El silencio del mundo deportivo es casi total. Solo el Torneo de Candidatos de Ajedrez en Rusia y algún que otro evento muy local respiran en medio de jornadas bien preocupantes por una pandemia que comienza a tambalear la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio, a solo cuatro meses de su inicio: el 24 de julio del 2020.
Muchos certámenes preolímpicos, ligas nacionales y justas internacionales tradicionales por estas fechas han sido pospuestos. Y la lógica se impone, pues dentro de las medidas más urgentes para frenar la COVID-19 por parte de los gobiernos están reducir los viajes desde y hacia Europa y Asia, evitar amplias concentraciones de personas y, por supuesto, disminuir el contacto personal, tres aspectos en los cuales la actividad física lleva la voz cantante.
Béisbol, ciclismo, judo, deportes con motor, tenis, boxeo, fútbol y atletismo, son varias de las disciplinas más afectadas, aunque todas han sido impactadas de alguna manera. De momento, la filosofía no ha sido suspender los eventos, sino planificarlos para fechas posteriores dentro de este propio año, una vez que empiece a ceder la influencia del coronavirus en el mundo.
En el caso de Cuba, las afectaciones mayores recayeron en los preolímpicos de boxeo (Argentina) y béisbol (Estados Unidos), así como en otros certámenes clasificatorios sin fechas tentativas aún. En el calendario local todo quedó detenido hasta el 30 de abril, con la Copa Cuba de Atletismo y la 60 Serie Nacional de Béisbol como lo más sufrido por aficionados y atletas.
Fuerzas compartidas
Y en medio de este panorama sanitario de extremo peligro, el pasado viernes llegó la llama olímpica a suelo nipón procedente de Grecia. Su recibimiento fue el más solitario que se recuerde en la historia de estas lides y su recorrido en el archipiélago nipón podrá también ser disfrutado por muy pocas personas.
Dos tendencias son apreciables hoy en este entorno, las del Comité Olímpico Internacional (COI), el Gobierno de Japón, el Comité Organizador de Tokio 2020 y algunas federaciones internacionales por una parte; en tanto los Comités Olímpicos Nacionales, varios deportistas y buena parte de la prensa especializada van por otra.
Los primeros, encabezados por Thomas Bach, titular del COI, siguen defendiendo que aún es prematuro para hablar de postergar la justa de los cinco aros y se debe esperar hasta mayo. Dentro de los argumentos más reiterados mencionan la confianza en que para esa fecha estará un poco más controlado la COVID-19 en el mundo, lo costoso que resulta aplazar una lid que supera los 12 mil millones de inversión y el estricto sistema de salud japonés que apenas reporta poco más de 800 contagiados hasta el mes de marzo.
Asimismo, aparecen variantes de ampliar las invitaciones olímpicas a las disciplinas que no puedan realizar sus torneos clasificatorios, la llegada hasta 15 días antes de las delegaciones para efectuar chequeos médicos y la posibilidad de mover la fecha hasta agosto-septiembre, cuando aún la Villa Olímpica no sea entregada a quienes ya compraron apartamentos en ella.
Por su parte, los reclamantes de una suspensión o aplazamiento de inmediato basan sus tesis en la irresponsabilidad sanitaria que sería organizar un megaevento en medio de la pandemia; el escaso tiempo que tienen y tendrán los atletas para entrenar en más de 80 países con transmisión hoy; el poco apoyo gubernamental en estos meses por la concentración de recursos en frenar el virus, así como la inseguridad que tendrían las delegaciones por mucho control que exista en suelo nipón.
Este domingo se supo, por fuentes del Comité Organizador, que comienzan a aparecer más planes de contingencia, aunque la mayoría apunta a que una postergación, de ocurrir, solo pudiera ser hasta septiembre del 2020 o en su defecto, para el verano del 2022. Confiamos en que no suceda y trabajamos para eso, comentó Haruyuki Takahashi hace solo unas horas.
¿Será posible celebrar los Juegos aunque la cifra de naciones disminuya dramáticamente? ¿Pudiera el movimiento olímpico acudir a no entregar medallas, sino diplomas para compensar los desniveles de preparación? ¿Japón será capaz de examinar a cada uno de los participantes 15 días antes del inicio? ¿En qué parte del cachumbambé se monta usted?