Por María Inés Alvarez Garay (*)
Los cirujanos generales Dr. Luis Vázquez y Dra. Annia Ramos, dos jóvenes llenos de amor por su profesión, unidos en el trabajo y la vida, una pareja perfecta, un equipo inalcanzable, extremadamente profesionales y coordinados, Cirujanos con manos de ángeles, que ya tienen una historia en este pequeño país del África y un lugar sagrado en los corazones de muchas familias gambianas.
Estos dos maravillosos galenos operaron a Aminata, aquella niña que llegó con solo 15 días de nacida en estado crítico y la devolvieron a la vida llena de salud, hoy tocó su turno a Muhammed ser atendido por esta pareja de encantadores médicos cubanos para quienes la vida de un ser humano es lo más importante, guiados por el legado de solidaridad, altruismo y bondad que nos dejaron, Martí, el Che y Fidel.
Son tantos los pacientes que estos angelitos con manos suaves y diestras han devuelto a la vida, que casi perdemos la cifra, no hay palabras de agradecimiento ni orgullo que quepa en nuestros corazones, confiamos y creemos en ellos.
Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas!». Fidel Castro Ruz.
– «¡Gloria a esa juventud, a los nuevos salvadores de vidas, que elevan la noble profesión de médicos a los más altos niveles de consagración y ética que ha conocido el mundo! Ellos encarnan el tipo de médicos que miles de millones de personas pobres requieren con desesperada urgencia». Fidel Castro Ruz
(*) Colaboradora y profesora cubana en Gambia