Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró como pandemia a la Covid-19 causada por el nuevo coronavirus, han llegado al puerto Guillermón Moncada de la suroriental ciudad santiaguera cuatro buques de tráfico internacional, todos operados bajo las más estrictas medidas de seguridad sanitaria.
Según dijo a Trabajadores José Antonio Olivares Díaz, director de la Empresa de Servicios Portuarios del Oriente (ESPO), al que pertenece la dársena, todos los empleados de ese recinto conocen y cumplen con las medidas higiénicas y de protección para evitar esa enfermedad respiratoria.
Comentó que en lo particular son más estrictas y de permanente supervisiones en aquellos que tienen contacto directo con las tripulaciones: tarjadores, jefe de buques, grueros y liquidadores de turno, quienes tienen asegurados los medios de protección establecidos en los protocolos, entre ellos overol, guantes y nasobucos.
Olivares Díaz recordó que desde hace cuatro años la ESPO tiene contrato con Servicios Médicos Cubanos y existe en el puerto el personal de la salud necesario para dar respuesta a cualquier situación, además de un transporte sanitario disponible las 24 horas.
“Esos propios especialistas han colaborado en la realización de las audiencias sanitarias impartidas a los trabajadores para informarlos en torno a los síntomas de la covid-19, las medidas higiénicas para evitar su contagio y propagación, así como otras actualizaciones referentes a esta pandemia”.
El directivo precisó que tienen cantidades suficientes de hipoclorito de sodio para utilizar en el lavado de las manos y la higienización de superficies en las áreas de operaciones portuarias y de oficinas, en tanto gestionan los nasobucos con la Empresa de Industrias Locales.
Explicó igualmente que la Sala de Aislamiento del puerto Guillermón Moncada, diseñada preventivamente cuando el brote de Ébola en África, se acondiciona para ser utilizada en caso que fuera necesario recluir de manera transitoria a algún tripulante con síntomas de la Covid-19.
Dijo que la vigilancia y la alerta están latentes en todos los portuarios, en particular los que interactúan con las tripulaciones de los buques, mientras que los especialistas de seguridad y salud del trabajo recorren las áreas chequeando que en los puestos de labor los empleados no tengan manifestaciones clínicas de catarro, fiebre o dificultades respiratorias.
En cuanto al tratamiento de los desechos sólidos de los buques el director de la ESPO dijo que el incinerador funciona convenientemente y tiene capacidad para brindar servicios de tratamiento de residuales a otros puertos de Santiago de Cuba como el de la refinería Hermanos Díaz, la Marina Internacional, la fábrica de cemento, el molino de trigo y el frigorífico.