Esta guagua fue abordada con un tema titulado Calidad en las construcciones: la asignatura pendiente (+ Fotos) de la autoría de Ramón Barreras Ferrán, en el cual afirma: “A través del tiempo los constructores han desaprobado una y otra vez una asignatura esencial: la calidad.”
Sin embargo, las obras, se caracterizan por ejecutarse con calidad pésima, mala o regular, además de atrasarse por falta de recursos en la mayoría de las veces, pero no en todas, debido al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.
Ante las estrecheces sería lógico que no se malgastaran los recursos, pero lejos de eso, se derrochan fundamentalmente debido a las chapucerías constructivas que además de otros males, acortan la vida útil de las edificaciones.
La lista de ejemplos es larga, pero es más que suficiente el caso de un periodista, Roberto González Quesada, que luego de luego de estar más de dos décadas durmiendo en una litera de un albergue no pudo disfrutar plenamente de tener una casa sencillamente porque las filtraciones del techo se incrementaban de una lluvia a la otra.
Nadie puede negar que la calidad depende de muchos puestos de trabajo, que incluye al de los productores de materiales de construcción, y por supuesto a los albañiles y carpinteros, y no escapan de su culpa los cuadros y personal técnico.
Palax dice:
Todo comenzó con hacer más con menos, la calidad pasó a un segundo plano en la construcción y te pongo un ejemplo vivo. El Estado gastó una significativa suma de dinero para ampliar el Seminternado Jesús Argüelles en Las Tunas hace como diez años. Esa obra fue construida en la década de los 60 y hoy día aún se ve su majestuosidad, claro la obra original, ya que las ampliaciones dejaron mucho que desear a tal punto que ahora mismo hay aulas clausuradas por peligro de derrumbe, la cerca perimetral parece sacada de una ciudad en Siria, el repello se cae en grandes cantidades etc, etc. ¿Y de quien es la culpa?
Myto dice:
¿De qué han valido 60 años de Revolución graduando Ingenieros civiles, hidráulicos, arquitectos, técnicos en distintas áreas de la construcción, si somos cada día más chapuceros, porque las obras no tienen un doliente (representante del que la recibe) que les rectifique su trabajo y no le acepte el trabajo concluido.
Lic. Andy Sánchez Vega dice:
En la Empresa Constructora Integral de Guantánamo GUANCO, se realizan grandes esfuerzo para en estos tiempos difíciles realizar todas nuestras producciones de construcción y montaje con calidad, mediante la capacitación oportuna a operarios y jefes, certificaciones de procesos constructivos en la ONN, rechazo de producciones no conformes, descuentos a trabajadores por mala calidad, y rectificaciones oportunas de las obras q mediante revisiones técnicas sean detectadas con desviaciones.
En resumen: El problema ha ganado en edad, y no parece que vaya a perecer por vejez, pero no puede admitirse que sea inmortal, ni aún cuando aparentemente disminuyen los quejosos, pues lo más probable es que las manifestaciones de crítica sean las del silencio, pero con una opinión pública desfavorable ante la cual mucho se va perdiendo en credibilidad.
No hay que perder las esperanzas, pues por lo menos se sabe que todavía se habla del asunto dentro del sector de la construcción, tal y como demuestra la nota publicada que generó estos Comentarios Digitales CD.