La prohibición por Estados Unidos de los vuelos chárter a Cuba, excepto a La Habana, a partir de este martes, daña duramente a las familias cubanas y sus vínculos, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez.
La prohibición de vuelos chárter a #Cuba, excepto a #LaHabana, a partir de este 10 de marzo, daña duramente a las familias cubanas y sus vínculos. Viola los #DerechosHumanos de los cubanos y la libertad de viaje de los estadounidenses.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) March 10, 2020
La suspensión de los vuelos chárter entre cualquier terminal área de Estados Unidos y Cuba, con excepción del aeropuerto internacional José Martí, de esta capital, al que limita a solo tres mil 600 vuelos de ida y vuelta, recrudece el bloqueo a la isla.
La medida, que afecta a nueve aeródromos internacionales cubanos, engrosa la lista de 190 medidas de represalia aplicadas desde 2017 por el Gobierno de Washington contra la mayor de las Antillas, publica este martes el diario Granma.
Es parte de la estrategia de presión de la Casa Blanca hacia la isla junto al cierre consular de la embajada estadounidense en La Habana, la suspensión de viajes de cruceros y la persecución contra barcos tanqueros que transportan petróleo a Cuba.
El rotativo advierte que la implementación de esta medida por el gobierno de Donald Trump pretende ganar los votos de los sectores más reaccionarios de la emigración cubana en Estados Unidos, en especial del estado de Florida, en las elecciones presidenciales de noviembre.
Destaca que esta vez, sin embargo, las reacciones en contra de los castigos no se han hecho esperar en ese país, donde los cubanos residentes ya desde finales de 2019 se vieron afectados por la suspensión de los vuelos regulares directos hacia el interior de Cuba.
El presidente de la organización Cuba Educational Travel, Collin Laverty, publicó en su cuenta de Twitter que a pesar de las décadas dedicadas a tratar de dividir al pueblo cubano por los votos electorales en el sur de La Florida, los resultados de esa política han sido ‘cero’.
«Entendemos que los políticos que hacen esta medida probablemente nunca hayan estado en Cuba, pero incluso ellos deberían ser capaces de ver que la gran mayoría de los cubanos no viven en La Habana», comentó el presidente de la coalición Engage Cuba, James Williams.
Más de 600 mil estadounidenses viajaron a Cuba en 2017 y 2018, además de medio millón de cubanoamericanos, cifra que en 2019, llegó a 552 mil 816, lo cual evidencia el fortalecimiento de los vínculos de la isla con sus nacionales en el exterior, reconoció el canciller Bruno Rodríguez. (Tomado de PL)