Desde la irrupción de Cuba en la cita olímpica de París 1900 muchas cuentas siempre han sacado deportistas, entrenadores, aficionados y periodistas en pos de predecir una actuación en la lid venidera o simplemente para apuntalar comparaciones con otras naciones de la región o el mundo.
Y ahora que se acerca la edición 31 en Tokio la matemática vuelve a aplicarse. Para ello nos auxiliaremos de una tabla actualizada (incluye las medallas entregadas en los últimos años a nuestros atletas tras descalificaciones por dopaje de algunos rivales) que ilustra el desempeño en las quince versiones que un antillano ha logrado subir al podio.
Es oportuno aclarar que en cinco ocasiones: París 1924, Amsterdam 1928, Helsinki 1952, Melbourne 1956 y Roma 1960 nos fuimos en blanco aunque asistimos con delegaciones que no pasaron de 30 integrantes, en tanto no asistimos a la primera reunión en Atenas 1896.
Antes del triunfo de la Revolución, la esgrima y su líder indiscutible Ramón Fonst comandaron el accionar, con un histórico tercer puesto por países en la edición de San Luis 1904. La vela en Londres 1948 aportaría una plata irrepetible.
Mucho cambiaría desde 1959, cuando la cifra de disciplinas con al menos una presea a este nivel llegarían a 14, comandados por el boxeo con 73, de ellas 37 doradas; atletismo (42-11 oros) y el judo (36- 6 campeones). Imposible olvidar a la lucha, única con monarcas en todas los Juegos desde Barcelona 1992 hasta Río de Janeiro 2016.
En una decena de modalidades archivamos al menos una corona olímpica y para que se tenga una idea de lo hecho por nuestros pugilistas, ellos solos si fueran una nación, estarían entre los 30 primeros lugares del medallero histórico.
Para Tokio 2020, el panorama de pronósticos vuelve a dejar al boxeo, atletismo, lucha y judo con las mejores opciones de levantar sonrisas, sin descartar al canotaje, tiro deportivo y taekwondo. Las cuentas parecen claras. Disfrute y conserve esta compilación.
Material Relacionado
