El Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX, en un momento de gran expansión y turbulencias en el mundo industrializado, en el que la mujer comenzó a alzar cada vez más su voz, reconoce la BBC.
La vida de la mujer en occidente por aquel entonces era una continua historia de limitaciones: ni derecho a voto, ni a manejar sus propias cuentas, ni formación, y con una esperanza de vida mucho menor que la masculina por los partos y los malos tratos.
Los historiadores identifican como antesala del Día Internacional de la Mujer la marcha que tuvo lugar en Nueva York, en 1908, donde unas 15 mil trabajadoras reclamaron menos horas de trabajo, mejores salarios y el derecho a votar.
No obstante, el impulso definitivo a la declaratoria de una jornada internacional para exigir los derechos de las mujeres fue de la militante comunista alemana Clara Zetkin (1857-1933), quien presentó la propuesta en 1910, en la Conferencia Internacional de la Mujer Trabajadora, en Copenhague (Dinamarca), ante un centenar de mujeres de 17 países, que la aprobaron de forma unánime, aunque sin acordar una fecha concreta.
Más tarde, en 1975, la ONU estableció que el 8 de marzo sería el Día Internacional de la Mujer.
Educar en la igualdad
Este año la ONU decidió impulsar la campaña Generación Igualdad: por los derechos de las mujeres y un futuro igualitario. En ella se reconoce que “el mundo ha logrado avances sin precedentes, pero ningún país ha alcanzado la igualdad de género”.
“Existen restricciones legales que impiden a 2 mil 700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. Menos del 25 % de los parlamentarios eran mujeres en el 2019 y una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género”, argumentan los organizadores. El plan es crear conciencia de que aún queda mucho por avanzar, explicó a la BBC la directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Asa Regner.
Este domingo, organizaciones y colectivos feministas sacaron a las calles demandas y conquistas. Algunos países colmaron titulares, entre ellos España, donde, desde la multitudinaria marcha del 8M del 2018, las mujeres han ganado protagonismo. Esta vez la principal manifestación partió desde Atocha hasta la Plaza de España bajo el lema Con derechos, sin barreras, feministas sin fronteras.
¿Cómo transcurrió la jornada en Latinoamérica?
Estudiosos del tema afirman que el movimiento feminista latinoamericano se ha fortalecido en la última década, y alguna confirmación hubo este domingo, cuando activistas de varios países salieron a las calles para denunciar males como la violencia, la brecha salarial de género, y reclamaron el derecho a una adecuada salud reproductiva y a la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida.
Jornadas de variable intensidad vivieron en Argentina, Colombia, Bolivia, Brasil, República Dominicana y otros países de la región. Cada uno con la peculiaridad de las batallas cotidianas en las que el liderazgo femenino se ha ido abriendo paso lentamente, pero de manera irrevocable.
En Chile, por ejemplo, la Plaza de la Dignidad quedó desbordada ante la afluencia de quienes expresaron en coros, lienzos, pancartas y banderas, demandas feministas y otras de corte político social, como la petición de renuncia al presidente Sebastián Piñera y la aprobación del plebiscito constituyente previsto para el próximo 26 de abril.
Las chilenas reclamaron el derecho a un “aborto legal, libre, seguro y gratuito”, y proclamaron que: “La revolución será feminista o no será”. Denunciaron además al “Estado explotador” mencionado por el grupo chileno #LasTesis en el performance Un violador en mi camino.
En México, colectivos feministas marcharon desde el Monumento a la Revolución por Avenida Juárez, y concluyeron en el Zócalo capitalino. El principal reclamo fue “una vida libre de violencia”. La creciente ola de feminicidios condujo además a que el colectivo veracruzano Las Brujas del Mar convocara a un paro que da continuidad al Día Internacional de la Mujer y lleva por lema Un día sin nosotras. “Si nuestro trabajo y vida no importa, nosotras paramos. Y si nosotras paramos, el mundo para”, dice la iniciativa rápidamente calorizada en las redes sociales.