A través del tiempo los constructores han desaprobado una y otra vez una asignatura esencial: la calidad.
Ciertamente, no han valido alertas, exhortaciones, medidas, controles… Las obras se terminan, de cualquier modo, y de inmediato comienzan a aparecer las cojeras: filtraciones, labores mal terminadas, chapucerías…
Esa es la razón por la que el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha insistido tanto en el tema. En el balance del trabajo ejecutado por las entidades pertenecientes al Ministerio de la Construcción (MICONS), efectuado el pasado año, llamó a ejecutar y terminar las obras de manera adecuada y con la calidad necesaria, y ratificó un concepto primordial para el trabajo: no se trata de cumplir tareas, sino de dirigir, “y dirigir es pensar, valorar, analizar, proponer, implementar, controlar, retroalimentar, ajustar… Los cuadros no pueden cumplir tareas. Los que están comprometidos encuentran soluciones, convocan de una manera diferente, buscan alternativas…”.
Además exhortó a complicar menos los procesos con normativas, y a controlar más. Y esa convocatoria tiene que ver, desde luego, con la calidad.
En el balance anual correspondiente al año 2019 del Grupo Empresarial de Construcción y Montaje (Cubacons), cuyas entidades son las ejecutoras principales de obras de ingeniería y arquitectura, René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, también se refirió a ese aspecto y orientó resolver de manera definitiva esa deficiencia que lastra el quehacer abnegado de los especialistas, técnicos y trabajadores de ese sector.
Precisamente, el informe presentado reconoce que “existen resultados discretos en la calidad de las obras pertenecientes a los programas de la salud, sociales, industriales e ingeniería”, y elogió la eficacia lograda en las vinculadas a la celebración por los 500 años de La Habana.
Agregó que se le da seguimiento al Programa de la Vivienda, donde el esfuerzo tiene que ser aún mayor debido a la mala calidad de los materiales y a la no especialización de la fuerza de trabajo.
Otra arista criticada fue la de los viales, “pues aún no se alcanza el grado de satisfacción del cliente en cuanto a los plazos y la calidad”. El documento afirma que en la actividad industrial la terminación de las obras puede calificarse de aceptable, sin omitir que durante la ejecución existen dificultades al respecto, debido a la poca sistematicidad de los controles y la exigencia.
En tal sentido quedó establecido un objetivo de trabajo: “Alcanzar un nivel de satisfacción del 95 % de los clientes en término de costo, plazo y calidad en las obras de los principales programas constructivos”. Y resulta prudente una pregunta: ¿A qué obedece el 5 % restante?, porque en realidad constituye un margen de incumplimiento de los medidores cualitativos.
Con el propósito de afrontar esa deficiencia, el MICONS, la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (Unaicc), el Frente de Proyectos (FP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción (SNTC) desarrollaron el pasado año un proceso de análisis, evaluación y discusión de las problemáticas e insuficiencias principales que están presentes en la ejecución de las obras.
En tal sentido, acordaron cumplir y hacer cumplir las acciones establecidas en los lineamientos para la negociación colectiva, los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) y el sistema de labor establecido entre el MICONS, el SNTC y las entidades de los Consejos de la Administración en cada provincia.
La propuesta consideró, asimismo, la realización de reuniones conjuntas entre las direcciones técnicas de las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (Osde), la Unaicc y la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), así como la exigencia por el cumplimiento de tres artículos contemplados en los Lineamientos Generales de los CCT y de las medidas a implementar, de manera concreta, en cada obra, producción y servicio, en función de lograr la calidad óptima.
En los análisis quedó definido que resulta imprescindible aplicar lo establecido sobre la relación que deben tener los sistemas de pago con los indicadores cualitativos y los procedimientos para la aplicación de mejoras y soluciones de los problemas que se presenten.
Desde enero y hasta marzo se realizan, de nuevo, esos talleres con propósitos similares. La convocatoria emitida por el SNTC exhorta a abordar las acciones para implantar y auditar el sistema de gestión de calidad, el autocontrol y los resultados de las obras, producciones y servicios de la empresa.
A fin de potenciar el empeño de fortalecer la calidad como elemento esencial en el sector, se organizaron encuentros con jóvenes, talleres de género y de gestión empresarial e intercambios de experiencias.
Una buena acción sucedió hace algunos días en el contingente Blas Roca Calderío. Directivos, técnicos y trabajadores firmaron el Código de Calidad, el cual establece el compromiso individual con tan importante aspecto, bajo el lema La calidad no es costosa, realmente costosa es la mala calidad.
Opiniones
Andy Sánchez Vega, director de Recursos Humanos de la Empresa Constructora Integral (ECI) de la provincia de Guantánamo, y quien hasta hace poco ocupara la responsabilidad de Asesor Jurídico, explicó que la entidad donde labora diseñó una estrategia que establece los procedimientos a seguir. Ya tienen los certificados correspondientes a la impermeabilización de techos y las áreas verdes.
Igualmente constituyeron grupos de mejoramiento de la calidad, y todos los viernes realizan comités técnicos donde evalúan el cumplimiento de los indicadores cualitativos.
“La calidad ha mejorado, en especial en las viviendas. El resultado es palpable y lo reconocen los inversionistas y los moradores. Eso no significa que todo esté resuelto, pues hay que fortalecer aún más el control y la exigencia, y no puede existir descuido alguno”.
Joaquín González es albañil A y Maestro de Oficios de la Construcción, con una larga experiencia. Él considera que la calidad depende de muchas cuestiones y una de ellas, que está afectando en estos momentos, es lo correspondiente a los materiales con los cuales laboran. “En este momento tenemos serios problemas y, aunque hacemos el mayor esfuerzo, el resultado no es el adecuado”, aseveró.
“Es propósito de todos aquí que los trabajos queden de la mejor forma, y yo le aseguro que cuando los suministros tienen calidad, las labores tienen calidad también”, acentuó.
Joaquín trabajó por casi cuatro años en la construcción de edificios en España, junto con otros operarios cubanos. “Fue una experiencia muy significativa para nosotros, pues utilizamos tecnologías muy avanzadas, principalmente en las labores de terminación”.
El ingeniero Ángel Luis López, jefe de la Brigada de Construcción de Viviendas de la ECI guantanamera, opina que es preciso retomar los protocolos utilizados en la década de los ochenta del pasado siglo, con sus regulaciones y normas de trabajo.
“Nosotros hemos establecido el rechazo a los trabajos ejecutados con mala calidad y se establece el cobro por descuento a los responsables. Eso nos ha dado buenos resultados. No obstante, lo más importante es la prevención, hablarle de la calidad a los obreros”, apuntó.
No obstante lo hecho para eliminar esa mancha en el expediente constructivo del país, no es aún suficiente. No debe darse por terminada una obra donde existan descuidos y chapucerías o queden trabajos por ejecutar, porque a la larga, se convierten en una hipoteca que provoca mayores gastos e insatisfacción.
En su discurso en la Primera Reunión de Producción, efectuada el 27 de agosto de 1961, el Comandante Ernesto Guevara criticó con severidad a quienes pensaban que “en esta época socialista no hay que ocuparse de la calidad”.
[custom_gallery source=»media: 190034,189592,189591,189588,189587,189586,180438,189579,189581,189585,176993,160855,152556″ limit=»7″ link=»lightbox» width=»750″ height=»410″ title=»always»]
