Un centenario ingenio azucarero, cuyas ruinas son hoy un visitado museo, conforma el que quizás sea el más importante punto en Cuba de la Ruta del Esclavo, un proyecto internacional auspiciado por la Unesco y la Organización Mundial del Turismo.
Apenas a unos 15 kilómetros de la occidental ciudad de Matanzas está enclavado el antiguo ingenio Triunvirato, escenario de la primera sublevación de negros esclavos ocurrida en la isla durante la etapa colonial.
El 5 de noviembre de 1843 se sublevó una dotación de 250 hombres y mujeres traídos por la fuerza desde África como esclavos para trabajar en poco más de 4 hectáreas sembradas de caña de azúcar y en el ingenio, propiedad de la poderosa familia Alfonso.
Dirigidos por la esclava Carlota, los sublevados liquidaron a toda la familia y arrasaron las instalaciones para avanzar después hacia el cercano ingenio Ácana, también propiedad de los Alfonso, y donde los esperaba la esclava Fermina para guiarlos en el asalto a la fábrica de azúcar.
El sitio, cuya belleza deslumbrante esconde una cruenta historia, acoge el Complejo al Esclavo Rebelde que conserva la casa vivienda y la del mayoral, donde funcionan diferentes salas de un Museo que rememora la sublevación más violenta de la región.