En el último trimestre de 2019 publicamos Revendedores especulan impunemente dedicado a tratar sobre los que en Cuba se conocen como “revendedores” que adquieren las mercancías para acapararlas, aumentando el desabastecimiento necesario para lucrar mediante la especulación, un acto que no agrega nada al producto, pero que eleva el precio y pone en peligro los beneficios del incremento salarial en el sector presupuestado.
Entre la abundante cantidad de Comentarios Digitales CD, seleccionamos algunos:
osmany dice:
Ha sido tanta la permisibilidad, que ha hecho parecer que todo está bien. Un solo ejemplo: de dónde sacan los revendedores de la calle Monte, los productos de plomería de todo tipo que tienen a la vista de todo el mundo, quién les cuestiona su proceder, quién les solicita documentación que ampare eso productos, quién controla que tengan licencia para vender nada, quién, quién, quién… ¿Qué hacen las autoridades para impedirlo? ¿Cuánto aportan al fisco por ese trabajo “tan esforzado” que realizan, esquilmando a todo el que necesita un codo o un pedazo de tubo… Así vivimos, en total anarquía.
Macos David Ramírez Leyva dice:
Considero que las autoridades no están cumpliendo su papel ya que el gobierno gasta millones de dólares en recursos y pienso que lo menos que se puede hacer para agradecer, es comprometerse con su trabajo, algo que hoy en día muchos organismos no están cumpliendo, y esta es una de las razones por las cuales están existiendo ilegalidades.
Ana Virginia González dice:
Hoy precisamente al preguntarle a una “merolica” por el precio del detergente líquido me respondió: “35 pesos, pues es auténtico, comprado en la ferretería”, lo cual dijo sin el más mínimo asomo de temor a estar revendiendo productos.
Nada, los que trabajamos para “todos” y “por el bien de todos” llevamos ¿por siempre? a cuestas estos personajes nacidos y originados por una sociedad que dice ser “de los humildes y para los humildes “.
La voz del pueblo dice:
Las autoridades a las que se les paga para que este tipo de delito no empañe la moral y los principios de esta sociedad, no están haciendo lo suficiente para erradicar este mal que destruye las sociedades como la historia ha demostrado.
La corrupción y las ilegalidades no tienen justificación, ya lo han señalado muchos periodistas de la TV Cubana y hasta el propio Presidente de la República. ¿Será que al Presidente y al Consejo de Estado no se les está informando este viejo mal? Permitir la corrupción y las ilegalidades es seguirle el juego al imperio. Más ahora en estos tiempos en que el imperio está haciendo hasta lo imposible para destruirnos, debemos hacer cada cual lo que nos toca en el lugar que estemos para que nuestra historia sea invencible, como señaló Fidel.
Julio César dice:
La reventa es pública y notoria, las autoridades del orden le pasan por la orilla, la ven y no actúan, los dirigentes no creen que está mal, puesto que no hay políticas represivas contra eso, y cuando las hay, no se cumplen, y no pasa nada. Es más, todos solucionamos allí lo que no podemos en el mercado oficial. Entonces, no se puede resolver un problema que no existe.
JC-19 dice:
Acertado el artículo y la mayoría de los comentarios… este fenómeno de los revendedores tiene muchas causas, entre ellas la limitada oferta de productos en la red de mercados. Siempre va existir estas manifestaciones negativas, pero lo que más sobresale es que es a la cara de todos y cuando las autoridades actúan, le ponen una multa, etc. al rato los mismos personajes están en el mismo lugar.
Considero que no se puede obligar a nadie a trabajar, pero ejercer actividades económicas no autorizadas, sin contribuir con impuestos… el acaparamiento, las redes organizadas de trapicheo, robo, corrupción y hasta amenazas, son hechos que merecen sanciones más severas. También las autoridades (policía, policía económica, inspectores), además de incrementar su trabajo, deben contar con el respaldo legal.
Marlon dice:
Lo mejor de todo es que las normas que rigen las actividades por cuenta propia están legisladas, pero siguen impunemente revendiendo, porque la gran mayoría REVENDEN, casi ninguno produce nada y cuando ves los productos que revenden se puede percatar que es por el acaparamiento.
Lamentablemente en nuestro país la oferta muy pocas veces o casi nunca supera la demanda, esa es una de las causas que propicia el acaparamiento ilegal, espero que con las nuevas medidas que se comenzarán a aplicar en el país la pirámide de oferta y demanda se invierta por el bien del país. Pero que se controle como debe ser al cuenta propia y que sus servicios sean acorde a la patente que paga, NO REVENDER PRODUCTOS QUE NO PRODUCEN.
Etellez dice:
Hasta con los medicamentos hay especulación dada su escasez, y si son los de tarjetones, más todavía pues no hay control de lo que se vende, llegan las medicinas, demoran en asentarlas y nunca te dicen si llegó la que necesitas, o te dicen que no, y luego te enteras que sí, quién para eso, el desorden en ese asunto continúa
Eusebio Guerra Acosta dice:
El revendedor es omnipresente y omnipotente, existe porque les da la gana a los que deciden y a los que les pagan para reprimirlos y no lo hacen, vaya usted a saber por qué… Si se profundiza en este aspecto caeríamos en otra figura delictiva peor aún: la corrupción. Por desgracia para el cubano honesto y trabajador en nuestro país, la impunidad y la corrupción van de la mano.
tirso dice:
Nuestro Estado puede con esto, tengo la confianza que no tenga que poner primero las manos nuestro Presidente, pues con los cuadros de la base se puede resolver. Lamentablemente es cuestionable que esto llegue a niveles centrales para poder eliminar el problema. Esto lo lee todo el mundo.
SAN MIGUEL dice:
Si se quiere acabar con ellos, se puede, solamente con modificar el Código Penal, multas de 10 mil a 25 mil pesos o cinco años de cárcel hacia arriba para todos esos descarados y sus compinches en tiendas, y usted verá si se eliminan o no.
Palax dice:
Yo trabajo en el centro de la ciudad de Las Tunas y siempre he visto a los mismos revendedores frente a las tiendas o merodeando el Parque Central con una impunidad asombrosa, se levantan tarde y a las 2 pm ya se han ganado lo que yo me gano en 15 días de trabajo, luego se sientan a beber en el bar Kayama o en el Hotel Cadillac cerveza fría Cristal o Bucanero y no pasa nada. Estas cosas son bastante irritantes ya que estos elementos no aportan nada a nuestra sociedad, viven mejor y al final disfrutan los beneficios sociales que son el resultado de la riqueza que generan los trabajadores.
Nona dice:
Cierto, acabamos con los bandidos del Escambray y nuestras autoridades policiales, administrativas y judiciales han sido incapaces de terminar este flagelo que daña a la población.
carlosvaradero dice:
No es nada nuevo, a pesar de las denuncias y los artículos que aparecen en los medios de comunicación nacional, es como un mal que no se logra arrancar de raíz quién sabe por qué razones, lo que da lugar a la especulación con lógica o no, que si los inspectores están confabulados con estos o que si las y los dependientes de la tienda hacen lo mismo.
En fin, es la historia de nunca acabar, el problema está ahí delante de la vista de todos los que deben hacer algo y no lo hacen, o se cruzan de brazos para no buscarse un problema que es de todos.
Como dijo alguien: “La impunidad premia al delito, induce a su repetición y le hace propaganda, estimula al delincuente y contagia con su ejemplo”. Saquen ustedes sus propias conclusiones.
carlos dice:
Muy bueno el artículo, En verdad esas personas desestabilizan cualquier economía, pero también es cierto que hay demasiada impunidad y el enfrentamiento muy malo por todos los que intervienen ello.
Solo quiero agregar que no se han eliminado porque falta voluntad, pues en este país se acabó con los bandidos en el Escambray, que eran ayudados por los yanquis, se ha enfrentado el terrorismo, hemos enfrentado el bloqueo. etc. así que eliminar a estos revendedores aunque es complicado no es imposible, empecemos la batalla de una vez y los acabaremos.
En resumen:
Con una mirada humorística, Osval se refiere a los recompradores, víctimas de los revendedores, esa plaga que tiene bien ganado el repudio social y que ya ha agotado la paciencia de quienes esperan, al menos, una disminución de sus nocivas actividades, que realizan con total impunidad, a la vista de todos.
Como refleja en una de sus caricaturas, pululan los revendedores en los portales de los propios establecimientos donde sus empleados informan que no ofertan los productos, los mismos productos que proponen grosera y agresivamente los revendedores.