La sala Lezama Lima, de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, donde se celebra hasta este domingo 16 de febrero la 29 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH), acogió el miércoles último la presentación del catálogo de Ediciones Matanzas; un sello que, a decir de José Miguel Sánchez Gómez (Yoss), «no es una editorial de provincia sino del mundo», que tiene su sede en la Atenas de Cuba «pero que ya no cabe en sus límites».
De este autor se estrenó Etcéteras y otras cosas, Paratextos y otros cuentos experimentales de Ciencia Ficción, perteneciente a la Colección Puentes, con el que Yoss trató de compensar el lastre que siempre se le achaca a este género: muy buenas ideas pero muy mal escrito, plasmando el contenido, cuando menos, de una manera diferente.
A decir de Maylan Álvarez, narradora, periodista y presentadora del volumen, esta joyita de la Ciencia Ficción (Cf) reúne 7 relatos que revelan mundos y seres desconocidos, los cuales garantizan una lectura épica e inolvidable para los que aman los mundos y los seres por conocer.
«Este es un libro que, auguro desde aquí, dará mucho de qué hablar dentro de su género: a ratos sarcástico,licencioso, burlesco; eso sí: siempre aguzadamente inteligente y con temas como para chuparse los dedos dentro y fuera de la Galaxia» Con él, Yoss nos «ofrenda un manjar de ideas» por lo que «el género está de fiesta», aseveró.
Bocanada antes de hundirte, por su parte, constituye el segundo libro de cuentos introducido en el evento, «que en 80 cuartillas y 12 historias nos entrega un retrato de la sociedad cubana actual; una fotografía que, sin dejar de incluir el paisaje, se ocupa de lo más importante: los seres humanos», según explicó el poeta, ensayista y crítico Derbys Domínguez.
Su autor, el narrador y poeta bayamense Manuel Navea, Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas 2018, «construye edificios de palabras compuestos por argumentos parecidos a casas dentro de las cuales ubica determinados personajes que siempre representan una dismensión de las carencias que como cultura nos definen; y su necesidad de ser moderno y conectar a la altura de la circunstancias sin ensuciar el lenguaje dan como resultado un libro diferente, cercano, amable en su amargura, necesario», explicó.
Diseñado por Johann E. Trujillo, al igual que los demás textos, el poemario Mentalidad de enjambre apuesta por el papel de redentor de la poesía como ente transformador, bajo el presupuesto de que esta vertiente literaria puede transformar el mundo.
De la pluma de Moisés Mayán -Premio José Jacinto Milanés 2018, principal reconocimiento que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) de Matanzas- la obra se erige, en palabras de la editora Yanira Marimón, como un «libro orgánico que hace un giro escritural y apuesta por una poesía social, sólida y cuestionadora del mundo que nos rodea, de esa sociedad con la que no se está conforme y sobre todo de nosotros mismos que, como un enjambre, no tenemos la capacidad de diferenciarnos, de alejarnos de la gran masa amorfa que constituimos, de tener identidad propia».
El también poemario Ángel con ala rota, del poeta, narrador y escritor Alex Fleites -Premio Julián del Casal 1980-, perteneciente a la Colección Los Molinos, aúna versos amigables, descriptivos, necesarios; versos que, a decir de Piedad Bonnet en la contraportada «nos acercan a la mirada de su autor, a su zozobra, a su sonrisa escéptica y a su disimulada ternura, que a la vez nos otorgan y nos escamotean, nos muestran y nos ocultan, creando en los lectores esa sensación de espejismo, de sueño revelador que encierra la buena poesía».
Dos representantes de las artes escénicas completan el panorama: La ínsula prometida, del dramaturgo, actor y director de programas radiales Maikel Chávez, ganador del Premio José Jacinto Milanés 2018 en el género teatro; y Con la ropa de mi madre, escrita por Taimi Diéguez Mallo; premio Fundación de la Ciudad de Matanzas 2018 en la misma categoría.
El primero destaca como obra para títeres en un acto, editada por Bárbaro Velazco y con prólogo de Rubén Darío Salazar, en que la figura de Don Quijote y Sancho Panza escapan de la novela escrita por Cervantes en 1605 y ocupan el centro de esta puesta en escena para niños, que ha logrado trascender hasta las tablas gracias al director Ernesto Tamayo para «permitir una vez más que el arte provoque renovados deseos de vivir», según comentó el autor.
En la última obra, concebida para «ser dicha por el perro hembra», Diéguez Mallo «quiere enseñarnos a morder su mundo (…) desde un texto dramático que a ratos seduce, otros controla e incluso inquieta desde una femineidad tan apabullante que el hombre que por momentos les acompaña no tendrá nombre jamás», en opinión de la también poeta Maylan Álvarez.
Aunque dividio en tres momentos, «esta pieza representa un único canto a un lector que ya está cansado de una mujer mancillada en la literatura de la contemporaneidad, al cual se dirige previsora para advertirle que renuncie, que se aparte «del centro si no comprende esta verdad como un templo: la mujer lo mantiene todo, una mujer lo puede todo»…