A las tres de la madrugada, cuando la ciudad duerme su sueño más profundo, Genaro Aguilera Páez abre sus ojos, se despoja de la modorra, alista su carrito picker y sale a sacarles brillo a unas cuantas calles de la urbe oriental.
Ya a las cinco de la mañana se le puede ver por el reparto Peralta y otras zonas del centro sur “barriendo duro”, como él dice, para “dejar bien limpias las calles y sacarles el polvillo y las hierbas”. Es feliz trabajando a esa hora, pero confiesa que le encanta laborar los fines de semana cuando se realizan las actividades culturales de Las Noches Holguineras y “barre sabroso” al ritmo de la música.
Igual empeño pone a sus mañanas el joven Karel Matos, que cada día planta bandera con su herramienta en las áreas verdes de los alrededores del Hospital Pediátrico, para luego trasladarse a parques, y ejecutar acciones de chapea y poda. “Me siento bien aportando a la comunidad, me gusta que la gente al pasar vea mis áreas limpias”, asegura.
Montado en su tractor de cargador frontal, Reinier Aguilar Pérez, de 31 años, es especialista en eliminar esos microvertederos que, desgraciadamente, algunos inescrupulosos se empeñan en fomentar en ciertos lugares. Por eso mantiene una eterna disputa con quienes lanzan desechos o escombros en cualquier esquina.
Genaro, Karel y Reinier encarnan la laboriosidad que distingue, como generalidad, a las fuerzas que en Holguín integran el sector de Servicios Comunales, que mantiene a la provincia como una de las más limpias del país.
De acuerdo con Félix Abreu Blaya, director provincial de Servicios Comunales, la recogida de desechos sólidos, la limpieza de calles y el fomento y mantenimiento de áreas verdes, son tareas que se complejizan, por ser este un territorio con una población de más de 1 millón de habitantes, tener una amplia extensión geográfica y poseer, además de la cabecera provincial, tres amplias ciudades, como lo son Moa, Mayarí y Banes.
El directivo refiere que los golpea la baja disponibilidad de equipos; el sector solo cuenta con 11 carros colectores especializados y cuatro camiones ampliroll, distribuidos en su mayoría en la ciudad capital, donde diariamente se generan alrededor de 2 mil 800 metros cúbicos de desechos sólidos.
Sin embargo, subraya que se hace todo lo necesario para mantener limpias las zonas más céntricas, en las cuales cada noche se efectúan recogidas de desechos y donde juega un papel fundamental el quehacer de más de 260 barrenderos.
Pero si bien las fuerzas que limpian la urbe hacen sus mayores sacrificios al filo de la noche y en la madrugada para que los parques despierten lo más espléndidos posible, Abreu Blaya destaca que hay otros colectivos del sector que no escatiman esfuerzos para la actividad comunal, como el que labora en la Fábrica de Sarcófagos, centro que será reconocido en las celebraciones por el Día del Trabajador de Servicios Comunales este 15 de febrero.
Yoandri Velázquez, de los tapizadores más destacados de la unidad y quien por estos días funge como administrador en funciones, asegura que sus compañeros no ponen reparos cuando a menudo hay que trabajar horas extras. “Por lo sensible de la tarea, estamos obligados a hacerla con la mejor calidad”, dice.
Así, a disposición del bienestar común marchan por la vida los hombres y mujeres de servicios comunales, cuya voluntad se les reconoce muy especialmente en su día. (Lianne Fonseca Diéguez)
Espíritu en el camposanto
Solo cuando traspasas el impresionante y bello edificio administrativo, con sus altas columnas, te percatas que estás en un cementerio. El apacible silencio, cuando no hay sepelio, solo se rompe por el movimiento de las ramas de los árboles batidas por el viento y el accionar de los trabajadores.
Ellos, empeñados en mantener la limpieza de los 176 mil 117 metros cuadrados de superficie, barren, chapean, recogen los desechos y los transportan, eliminan lo que queda de las exhumaciones. En la muy extensa necrópolis─jardín Tomás Acea, de la ciudad de Cienfuegos, única de su tipo en el país, se precian de la labor eficaz que realizan los encargados de mantener las áreas verdes, los enterradores ─a pesar de lo difícil de ese trabajo─ y el personal de apoyo: oficinistas, custodios, auxiliares de limpieza.
Isvany Zúñiga Álvarez es el segundo administrador y trabaja además, como sepulturero. Nos explicó que el colectivo está formado por 60 personas y precisó que para cortar la hierba en las múltiples áreas donde no hay sepulturas o panteones cuentan con dos máquinas manuales, pero también chapean con machetes y guadañas.
“Hay quienes llevan más de 30 años aquí. A algunos les ha llegado la jubilación trabajando en este cementerio y otros están próximos a ella, pero no dejen de venir ni un día. Tenemos un grupo de jóvenes recién incorporados, fundamentalmente sepultureros y en la atención a las áreas verdes».
“El salario antes era más bajito. Podemos decir que ahora no es malo, pero verdaderamente no compensa lo que hacemos y el esfuerzo que realizamos».
“Sí, el trabajo del sepulturero es muy complicado, porque siempre se está en medio del dolor, pero alguien tiene que hacerlo y uno se acostumbra. Se pasa más tiempo aquí que en la casa”, afirmó.
Un recorrido por las avenidas principales, las que tienen el nombre de los árboles que las rodean: Pinos, Cipreces, Álamos, Cedros, Eucaliptos, nos permitió apreciar la limpieza existente y el quehacer constante de los trabajadores, quienes barrían, chapeaban, acopiaban desechos y preparaban un panteón para un sepelio que estaba por llegar.
La labor que ejecutan sus trabajadores apoya la preservación y conservación que se hace de los notables valores patrimoniales del recinto funerario, responsabilidad inherente al Grupo Cementerios, de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos, como explicaron Synaira Hernández Calzada y Rogelio Delgado Sarduy, especialista y restaurador, respectivamente.
Ese espíritu laborioso y de cuidado señorea cada día en el camposanto cienfueguero.
El cementerio Tomás Acea fue inaugurado el 21 de noviembre de 1926 con una parte del capital que dejó al morir la señora Francisca Tostes García, viuda del acaudalado cienfueguero Nicolás Salvador Acea y de los Ríos, de cuyo hijo Tomás se le dio nombre a ese recinto funerario.
A pesar de haber sido construido para los pobres, hay todo un derroche de esculturas monumentales hechas con mármol de Carrara, de alta calidad, traído desde Italia.
El proyecto y ejecución de la obra estuvo a cargo de los ingenieros Pablo Donato Carbonell y Luis Felipe Ross, los que se inspiraron en las ideas más modernas de la época sobre la construcción de camposantos, que dio como resultado un hermoso cementerio-jardín donde las bóvedas, mausoleos y tumbas se integran armoniosamente en el paisaje.
En él reposan los restos de Carlos Rafael Rodríguez, político, economista y revolucionario; Osvaldo Dorticós Torrado, quien fuera Presidente de la República; Juan Luis Lorenzo De Clouet, fundador de la Villa Fernandina de Jagua, hoy ciudad de Cienfuegos; Rita Suárez del Villar, Mateo Torriente, Benjamín Duarte, Rafael Lay, Felito Molina y Efraín Loyola, entre otras figuras sobresalientes de la cultura y el arte; los mártires del Levantamiento Popular Armado del 5 de Septiembre de 1977; los caídos en los combates de Playa Girón, en 1961, y los combatientes cienfuegueros que murieron en misiones internacionalistas. (Ramón Barreras Ferrán)
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Faustino: centenario de un héroe
Este 15 de febrero se cumplen 100 años del natalicio de Faustino Pérez Hernández, fecha escogida para celebrar el Día del Trabajador de los Servicios Comunales, ya que atendió de manera especial esta actividad como jefe de la Oficina de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular.
Al crearse el Movimiento 26 de Julio formó parte de su primera dirección, fue expedicionario del Granma, y tras el histórico reencuentro en Cinco Palmas cumplió la encomienda de Fidel de llevar a la Sierra Maestra al periodista del New York Times, Herbert Matthews, para contrarrestar la campaña del régimen que pretendía haber aniquilado a la guerrilla y a su jefe.
De leyenda puede calificarse su labor clandestina al frente del Movimiento en La Habana, con episodios que estremecieron la capital; y el audaz secuestro del as del volante argentino Manuel Fangio, con lo que se desmintió la afirmación del tirano de que en Cuba reinaba la tranquilidad.
Con los grados de comandante, Faustino demostró su valor como combatiente del Ejército Rebelde y su capacidad organizativa como responsable de la Administración Civil del Territorio Liberado.
En 1959 fue designado ministro de Recuperación de Bienes Malversados y ya al finalizar el año había recuperado más de 400 millones de dólares. Cuadro ejemplar, disciplinado y creador, desempeñó las más diversas tareas civiles, militares y políticas. Miembro del Comité Central del Partido desde su constitución en 1965 y primer secretario del Comité Regional del Partido en Sancti Spíritus, sus últimos años los dedicó al plan de desarrollo de la Ciénaga de Zapata.
En el crucial 1992 en que ocurrió su muerte, le expresó a unos periodistas extranjeros: “Para muchos, ya desapareció el socialismo, para nosotros los cubanos no. Creemos que todavía el futuro tiene mucho que ver con el socialismo y el socialismo con el futuro, y me parece que Cuba está demostrándolo y lo va a demostrar mucho más hacia adelante”. (Alina Martínez Triay)