Filiberto Delgado pasa revista a sus “tropas”. Como jefe de entrenadores de la lucha femenina cubana no se le escapa ningún detalle de la rutina de calentamiento que emplean sus discípulas antes de la acción. Son muchos años en el mundo de los agarres y los takles. Sobre sus espaldas y conocimientos se esculpieron un buen número de medallas en el sector varonil en los principales certámenes del planeta, allá por la lejana década de los noventa del siglo pasado e inicios del 2000.
En medio de las acciones de la 53 edición de los Torneos Granma-Cerro Pelado, accedió a conversar con Trabajadores sobre el quehacer de sus alumnas en la lid y lo que se avecina.
“Tenemos la intención de elevar los niveles de preparación de las niñas. Tendrán la oportunidad de consumar combates de calidad, algo fundamental, pues desde septiembre no peleamos al más alto nivel. Acabamos de recibir la buena noticia de que Canadá vino con sus principales figuras. Eso será un excelente medidor para nosotros”.
Afirmó el estratega lo necesario de exprimir el evento antes del preolímpico en tierras canadienses.
“Vamos a ver como sale todo. Ellas están motivadas. La preparación efectuada en México ayudó. Aquí veremos como han renovado su arsenal técnico-táctico. Pelear contra rivales curtidas siempre rinde buenos dividendos aunque se pierda”.
Asistir con el mayor número de exponentes posibles a Tokio 2020 es una meta ambiciosa, ¿será posible?
“Obtener boletos en el clasificatorio es una tarea compleja. Hay gran voluntad y la preparación ha sido rigorosa, y acorde a lo planificado, sin embargo no podemos crear falsas expectativas. Nuestra área tiene un gran nivel. Desafortunadamente en el pasado mundial las potencias de la región no alcanzaron los resultados que deseaban, de ahí que el asunto se complica para nosotros. En Canadá tendremos un escenario similar al de los Panamericanos de Lima 2019. Pero vamos con la intención de dar guerra y de la buena”.
El nivel de juventud de la selección nacional invita a confiar en el futuro. El avezado técnico no duda de sus esforzadas muchachas.
“Creo que el venidero ciclo olímpico pudiera ser mejor. Contamos con luchadoras de perspectivas. Algunas mostrarán su valía el próximo año en los Primeros Juegos Panamericanos de la Juventud. Creo que a partir de ahí se logrará el despegue definitivo. Es importante recordar que en los últimos tiempos alcanzamos cinco preseas en citas mundiales juveniles. Logramos un título olímpico juvenil. El avance es visible”.
Finalmente Filiberto resaltó el buen trabajo que se realiza en la base para nutrir y fortalecer las diversas estructuras de la lucha femenina en Cuba. A pesar de las limitaciones y gracias a su seriedad realizan una labor fundamental.
