Después de muchos años de relativo menosprecio, la ópera La clemencia de Tito (La clemenza di Tito) ha sido revalorizada dentro de la inmensa obra de Wolfgang Amadeus Mozart. Varios teatros del mundo la han remontado, aunque sigue siendo una rareza en muchas plazas. En octubre de 2019, el Liceo Mozartiano de La Habana estrenó su versión como parte de la programación del Festival Mozart Habana. Era una propuesta pretenciosa: orquesta, cantantes, actores y bailarines confluían en el escenario, en una puesta poco convencional del director teatral Carlos Díaz, con dirección musical de José Antonio Méndez Padrón y dirección general de Ulises Hernández.
Es el espectáculo que se presentará desde este jueves en el célebre Kennedy Center de la ciudad de Washington, Estados Unidos, después de conseguir un éxito clamoroso en La Habana y dos importantes reconocimientos: la inscripción en el Libro de Honor del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y el Premio Villanueva de la Crítica a los mejores espectáculos del año.
El sitio web de la institución lo anuncia así en su sitio oficial:
“Después de presentaciones destacadas en el Festival Artes de Cuba del Centro Kennedy en 2018, la Orquesta del Liceo de La Habana, galardonada con múltiples premios, y uno de los directores de teatro más vanguardistas de América Latina, Carlos Díaz, unen fuerzas para una adaptación cubana de la ópera La Clemenza di Tito. Con cantantes y actores de Cuba y Salzburgo (lugar de nacimiento de Mozart), bailarines cubanos y más de 40 músicos (…), esta nueva producción traerá una perspectiva emocionante y fresca de la obra maestra de Mozart sobre el amado emperador de Roma, y la trama secreta para derrocarlo a toda costa”.
Otros importantes creadores cubanos participaron en la concepción del montaje: el dramaturgo Norge Espinosa hizo la versión del texto,
Norge Cedeño se encargó de la coreografía, que es interpretada por bailarines de su compañía OtroLado, y el diseño de imagen estuvo a cargo de Raúl Valdés (Raupa).
El resultado es un gran espectáculo, que podrá ser visto hasta el sábado en la capital estadounidense.