A trabajar con compromiso y dedicación, pensando en Cuba que es pensar como país, en medio de un contexto de total hostilidad del gobierno de Estados Unidos, instó el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los gobernadores que recién tomaron posesión de sus cargos y que reciben por estos días un seminario de preparación en La Habana.
Durante la reunión —que contó con la participación del vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, el primer ministro Manuel Marrero Cruz, y el presidente y la vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández y Ana María Mari Machado— el mandatario compartió conceptos claves que definen el trabajo del Gobierno Provincial, del Gobernador y del Vicegobernador, todos amparados en la Carta Magna de la nación.
Díaz-Canel precisó, entre otros elementos, que el Gobierno Provincial deberá funcionar en estrecha vinculación con el pueblo; representa al Estado y su misión fundamental es el desarrollo económico y social del territorio. Actuará, dijo, como coordinador entre las estructuras centrales del Estado y los municipios.
En el ejercicio de sus funciones y atribuciones, acotó, no puede asumir, ni interferir, en las que se les confieren a los órganos municipales del Poder Popular.
El mandatario detalló lo que corresponde hacer al Gobernador y al Vicegobernador, como máximos responsables ejecutivo-administrativo en la provincia. Acerca del Consejo Provincial significó que es un órgano colegiado y deliberativo, al que debe caracterizarlo la vitalidad y el dinamismo, para que no se acumulen los problemas en el territorio.
Asimismo, el Presidente de la República se refirió a los sistemas de trabajo de los gobernadores, que deben incluir despachos, reuniones del Consejo Provincial, chequeos sistemáticos a los programas fundamentales, puntualización de la planificación, visitas a centros y municipios, además del intercambio constante con la población y con representantes de los diferentes sectores de la provincia, entre ellos el artístico, el empresarial, el científico, el educacional y el de la prensa.
El mejor tiempo es el que uno dedica a estar en la base, reiteró el mandatario, quien aclaró que eso no puede hacerse de manera improvisada, sino previendo a dónde se va, con qué objetivos y cuáles salidas de soluciones tendrán esas visitas.
Díaz-Canel puso especial énfasis en la atención a los casos de la población, el seguimiento a la solución de los planteamientos del pueblo y la agilidad que las autoridades provinciales tienen que otorgarle a estos asuntos.
Al detallar los temas a los cuales los gobernadores deben prestar especial cuidado, el mandatario habló de la relación armónica entre los organismos de la Administración Central del Estado y los gobiernos, con la responsabilidad que a cada cual corresponde; del trabajo en equipo que propicie ambientes para dialogar, para construir consensos y para buscar una dirección colectiva; así como de la entrega que debe caracterizar a los directivos de la administración provincial.
En una visión pormenorizada del quehacer de gobernadores y vicegobernadores, el Jefe de Estado particularizó en la atención a la dinámica demográfica, calificada entre las situaciones más complejas que enfrenta el país. Sobre este aspecto, Díaz-Canel indicó tratar de manera diferenciada en los territorios a las parejas infértiles y a las madres con dos hijos o más que tienen problemas de vivienda.
El mandatario enumeró, además, el enfrentamiento a la venta ilegal de mercancías, sobre todo de medicamentos; el abastecimiento de los mercados agropecuarios; el ahorro energético en medio de un difícil contexto con los combustibles; el pago en tiempo a los productores agropecuarios y también a los artistas; los programas de desarrollo local para resolver los problemas de los territorios; la informatización, en el ámbito del comercio y del gobierno electrónico; así como la atención a las comunidades pesqueras y las de montaña.
Díaz-Canel insistió en que los gobernadores tienen que dirigir rigurosos análisis de la marcha de la economía en los territorios y de sus resultados. Eso también es pensar en Cuba, pensar como país y es lo que la Revolución necesita, concluyó.
(Tomado del sitio Presidencia de Cuba)