La segunda jornada del Grand Slam de judo más fuerte del planeta, con sede en París, reservó para Cuba tres brillantes metales de bronce a la cuenta de Kaliema Antomarchi (78 kg), Iván Silva (90 kg) y Andy Granda (+100 kg) aunque la noticia del certamen fue la derrota del local y hasta ahora invencible Teddy Riner.
Antomarchi tuvo una justa impecable y de los cuatro combates solo cayó en el pase a semifinal ante la francesa Fanny Estelle Posvite, tercera mundial en el 2015; en tanto el tercer escaño lo ganó nada menos que con triunfo por wazari sobre una extraclase como Audrey Tcheumeo, doble medallista olímpica y tres veces en podios del orbe, incluido el cetro del 2011.
En cuanto al yumurino Silva, la exigencia fue mayúscula por los rivales enfrentados: Roland Goz (Hungría), Hongkyu Lee (Sudcorea), Piotr Kuczera (Polonia) y Mammadali Mehdiyev ((Azerbaijan) y Kenta Nagasawa (Japón). Con este último cayó en la discusión de la punta de su llave, en una pelea de más de diez minutos y decidida por una tercera penalización al antillano.
Otro que se mostró inmenso sobre el tatami fue Granda, quien efectuó seis batallas y solo cedió ante el veterano medallista mundial y olímpico, Henk Grol, de Holanda (a la postre titular en París), aunque su mejor demostración ocurrió por el bronce frente a otro ranqueado a esos mismos niveles, el brasileño Rafael Silva, vencido por wazari en regla de oro.
En esa propia división se produjo la noticia más trascendente y sorpresiva de la justa, pues el ídolo del judo galo Teddy Riner perdió frente al japonés Kokoro Kageura por un claro wazari en tiempo extra, que enmudeció el escenario de competencia.
La leyenda del judo mundial (10 veces titular universal y doble monarca olímpico) no conocía un fracaso desde el 13 de septiembre del 2010 cuando lo superó otro nacido en la tierra del sol naciente Daiki Kamikawa. El número de éxitos consecutivos ascendió a 125 combates en torneos oficiales, según la página de la Federación Internacional de Judo.