Cuando el ómnibus de Transtur 3983 se detuvo, algunos tuvieron dudas de si se subían o no. Pero con una sonrisa, el chofer los exhortó: “Aprovechen, este es un viaje turístico gratis hasta La Habana”. Según dijo es una manera de apoyar a la población, cuando salen desde su base hasta el punto inicial del recorrido planificado.
Y es que, a pesar de la ausencia de inspectores, los choferes solidarios se preocupan cada mañana porque obreros y estudiantes lleguen temprano a sus centros de trabajo y estudio.
La solidaridad se multiplica con estos camaradas que, cumpliendo con las palabras de nuestro Presidente, detienen sus autos en la parada, y anuncian el destino que llevan, de manera que aquellos a los que le sea útil, puedan coger “la botella”.
Entre ellos están Vladimir de la empresa de Transtur, Manuel Pérez, directivo de la empresa Taxis Cuba. También Ibrahim Ramírez, de DIVEP, y Eduardo Cross, chofer de Correos de Cuba, en Habana-Centro. Son de los que cotidianamente recogen pasajeros en la parada del reparto Martí, en el Cerro, una de las más complejas de la avenida, por la cantidad de personas que ahí se aglomeran.
La actitud anónima de estos transportistas, es ejemplo para nuestro pueblo, el cual agradece ese humano gesto. Ellos pertenecen al equipo de los solidarios, en contraposición a aquellos, que ignorando la compleja situación que atraviesa el país, le dan la espalda al que lo necesita y pasan de largo sin importarle nada.