A juzgar por lo que se dice y se hace en la planta Procesadora de Soya (PDS) de Santiago de Cuba, única de su tipo en el país, el 2020 debe convertirse en un año de despegue y estabilidad productiva.
Este debe ser distinto al 2019, período en el cual los rendimientos estuvieron por debajo de lo previsto con afectación de los resultados físicos, especialmente el aceite crudo de soya, e incumplimiento del plan de ventas totales en el orden de un millón 861 mil 519 pesos.
Por eso Eduardo Despaigne, mecánico e innovador, al intervenir en la presentación del plan de la economía en la PDS decía enfático: “no es cuestión de elección, ahora hay que cumplir”.
Para sustentar sus palabras exponía la mar de argumentos, uno de ellos “mejorar el salario, ¿quién vive con 340 pesos mensuales?”.
“Sí que tiene razón”, comentaban por lo bajo los presentes en el debate, una representación del total de 230 trabajadores de la planta santiaguera, y más allá de susurrar alzaban voces para definir cuestiones claves que deben aportar a un mejor desempeño en este 2020.
“Un salario más alto dependerá de las riquezas que seamos capaces de generar desde la propia planta, está vinculado al cumplimiento de los planes y que logremos exportar los volúmenes pactados” exponía José Andrés Veranes, director de PDS.
“Desde diciembre a la fecha se ha hecho un mantenimiento a fondo, nuestro plan de inversiones es de 3,5 millones, incluso puede subir más, y esas cuestiones aportan mejoras al equipamiento; podemos sacarle a la soya mayor rendimiento, principalmente el aceite crudo, que es el producto que más ingresos nos genera, además de ser un aporte directo a la alimentación de la población.
“Están igualmente la harina humana y animal, el texturizado de soya, que no produjimos el año pasado y ahora nos corresponde cumplir, y en especial la lecitina de soya, nuestro único surtido de exportación, una prioridad en 2020”.
Al tema se refirió también Carlos Valido, jefe de la división agroalimentaria del Ministerio de la Industria Alimentaria, quien conminó al colectivo a poner empeños en esa importante misión.
“Es urgencia la entrada de divisas frescas al país, por eso tenemos que buscar otros mercados, más allá del mexicano que es hoy el único donde se concretan los envíos de lecitina de la PDS, e igualmente mejorar el embalaje de ese producto para lograr mejores precios de venta en el exterior”.
En materia de presentación del plan 2020 y evaluación del saldo de 2019 en el colectivo de la procesadora de soya de Santiago de Cuba ocupó un espacio importante lo referido al delito, con menos hechos detectados que en 2018 pero con un comportamiento que habla a las claras de la necesidad de articular con más eficacia la acción administrativa y sindical contra este lastre.
Desde la convocatoria hecha por Irma Jay, secretaria general del comité provincial del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca, se llamó a imponer rigor en el cumplimiento de las normas de protección e higiene para reducir la accidentalidad, que en 2019 hizo mellas en el centro con tres accidentados.
Sin lugar a dudas el diálogo colectivo dejó a las claras que PDS, planta inaugurada por Fidel en el año 2001, tiene por delante 11 meses en los cuales directivos, técnicos y obreros tendrán que poner especial atención a lo que hacen para exprimir mejor el plan y sacarle más aceite a la soya.