Ecosistemas muy diversos del planeta están siendo amenazados por una combinación de cambios climáticos continuos, un clima cada vez más extremo y daños ocasionados por actividades humanas locales.
Así lo revela un estudio realizado por un equipo internacional de investigadores, cuyas conclusiones publicó recientemente la revista científica Philosophical Transactions of the Royal Society B.
Integrado por un equipo procedente de la Embrapa Amazônia Oriental (Brasil), la Universidad de Lancaster (Reino Unido) y otras instituciones, los científicos efectuaron el mapeo de más de 100 lugares donde los bosques tropicales y los arrecifes de coral han sido afectados por fenómenos extremos como huracanes, inundaciones, olas de calor, sequías e incendios.
Los autores destacan que los bosques tropicales y los arrecifes de coral son muy importantes para la biodiversidad mundial, por lo que es extremadamente preocupante que se vean afectados cada vez más por las perturbaciones climáticas y las actividades humanas.
Muchas amenazas locales a los bosques tropicales y los arrecifes de coral, como la deforestación, la sobrepesca y la contaminación, reducen la diversidad y el funcionamiento de estos ecosistemas, lo que a su vez puede hacer que sean menos capaces de resistir o recuperarse del clima extremo, señalan los expertos; y destacan el alcance del daño que se está haciendo a los ecosistemas y a la vida silvestre en los trópicos por estas amenazas que interactúan.
De acuerdo con los investigadores, el cambio climático está causando tormentas y olas de calor marinas más intensas y frecuentes, eventos extremos que impactan negativamente en los arrecifes de coral y reducen la cobertura de coral vivo y las comunidades de peces, situación que se agrava por la mala calidad del agua y la sobrepesca.
También las especies de bosques tropicales se encuentran amenazadas por la creciente frecuencia de huracanes, según evidencian diversas consecuencias ecológicas registradas con posterioridad al paso de esos eventos climáticos extremos por dichas florestas, por cuanto la destrucción de las plantas afecta a los animales, aves e insectos que dependen de ellos para su alimentación y abrigo.
Los fenómenos meteorológicos extremos en algunas regiones, como ocurre en las Islas del Caribe, han diezmado la vida silvestre, reduciendo su población en más de la mitad, y los científicos advierten sobre el peligro de otra ola de extinciones globales de especies.
La combinación de temperaturas altas con estaciones secas largas y severas también ha llevado a la propagación de incendios forestales sin precedentes, y a gran escala, en los bosques tropicales.
El informe enfatiza que se necesitan acciones urgentes y estrategias de conservación novedosas para mejorar los impactos de las múltiples amenazas a los bosques tropicales y los arrecifes de coral.
De acuerdo con los científicos, la negativa tendencia que describe el estudio solo puede ser revertida mediante la concertación de una acción internacional dirigida a disminuir las emisiones de los nocivos gases que ocasionan el trastorno climático que padece el planeta.
(Con información de Prensa internacional)