En la ciudad cubana de Matanzas los puentes forman parte del paisaje cotidiano. Casi una treintena de pasos por encima de los tres ríos cortan a esa urbe del occidente de la isla.
Autos y personas pasan apurados sobre ellos, muchas veces sin reparar en la belleza de varios de esos pasaderos centenarios, los cuales permiten unir a los barrios de la ciudad por encima de las aguas, al mismo tiempo que constituyen un testimonio de la historia de la localidad.
Los puentes de Matanzas, además de su valor de uso como vías de enlace, son hitos y puntos de referencias de la ingeniería vial, pues son obras singulares desde el punto de vista arquitectónico y cultural.
El más conocido y antiguo de los actuales viaductos de la ciudad es el Puente de La Concordia, devenido símbolo de Matanzas y construido en 1878. Es el primero de hierro en Cuba y fue inaugurado por el entonces Capitán General de la isla, el político y militar español Arsenio Martínez Campos.