Eran momentos de euforia de las élites de los países poderosos, sobre todo, después de la desaparición de la Urss y la comunidad socialista.
Pero la historia no ha terminado. Casi tres décadas después lo que se pretende es reescribirla en un mundo donde las noticias falsas y las mentiras forman parte del arsenal propagandístico de los Estados Unidos y sus aliados.
Una de las últimas artimañas echadas a rodar es la que Stalin y Hitler tuvieron en 1940 una reunión en Lvov (Ucrania occidental) lo que fue calificado como un “desvarío absoluto” por el director científico de la Sociedad de Historia Militar de Rusia, Mijaíl Miagkov, en declaraciones a la publicación Sputnik.
Tal afirmación es del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, es hacer recaer una parte de la responsabilidad por el inicio de la II Guerra Mundial sobre Unión Soviética.
«Si Kravchuk hubiese estudiado Historia, sabría que fueron los líderes del Reino Unido y Francia, Neville Chamberlain y Edouard Daladier, quienes tuvieron una reunión con Hitler en 1938 para aprobar los Acuerdos de Múnich [de incorporación de una parte de Checoeslovaquia a Alemania]», recalcó Miagkov
La mejor defensa es un buen ataque. Este es el principio de Polonia y Ucrania para ocultar las páginas más negras de su historia con el fin de desviar así la atención de su estrecho colaboracionismo con los nazis.
Intento de reescribir la Historia
En enero fueron muchas las actividades por el aniversario 75 de la liberación del campo de concentración de Auschiwitz. A los organizadores del acto en Polonía se les ”olvidó” invitar al presidente ruso Vladimir Putin, mandatario del país que un 27 de enero de 1945 liberó a los prisioneros de ese campo de exterminio.
Sin embargo un invitado de honor fue el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, quien arremetió en su discurso contra la Unión Soviética, responsabilizándola del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, e incluso del Holocausto, entre otras acusaciones.
El caso de Ucrania es uno de tantos, declaró recientemente el canciller ruso, Serguéi Lavrov, al denunciar que “en los últimos tiempos se incrementan las tentativas de reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial en función de determinados y sucios intereses geopolíticos. Esta peste afectó con mayor intensidad a algunos países de Europa, en los que el enaltecimiento de los lacayos nazis fue elevado al rango de ideología y política de Estado.
Por su parte el doctor en Geografía e Historia Javier Colomo Ugarte señaló que se busca «quitarle a Rusia, como heredera de la antigua URSS, esa parte de la historia en la que es el bueno, porque los buenos tienen que ser los EEUU».
“Es una tergiversación inmoral dado que los occidentales intervinieron muy al final de la guerra, cuando prácticamente estaba decidida». Subrayó además que las pérdidas soviéticas se situaron en torno a los 26 millones de personas, una cifra enorme en comparación con las bajas de los aliados.
No olvidar el holocausto
El 27 de enero se celebra en todo el mundo el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, desde el 2005. Este año Jerusalén se convirtió en la sede del Foro Mundial del Holocausto con la participación de más de 40 líderes mundiales.
Auschwitz fue un complejo formado por diversos campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi liderada por Adolf Hitler, situado en los territorios polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. Cerca de un 1,3 millones de personas, en su mayoría judíos, fueron asesinadas en ese lugar.
En abril de 1944, dos prisioneros lograron escapar del campo de concentración y contaron al mundo el horror vivido. Fue la primera vez que el resto de la humanidad tuvo conocimiento de la existencia de las cámaras de gas.
Muchos políticos europeos y la prensa occidental omiten un detalle y es que el Ejército Rojo liberó a los prisioneros del campo de exterminio nazi. Al intervenir sobre el tema en el Foro Mundial, Michael Pence, vicepresidente de EEUU, no mencionó en su discurso la nacionalidad de los soldados que liberaron a los presos.
Ya nadie habla del japonés y su anuncio del fin de la historia, que continúa inexorablemente, aunque ahora se pretenda tergiversarla con mentiras que ni siquiera los que las propagan se las cree.
Por eso existen presidentes de facto, golpes de Estado “democráticos”, o sanciones económicas de los Estados Unidos contra otras naciones “para ayudar a sus ciudadanos”.
Los soldados soviéticos jugaron un papel decisivo en la Segunda Guerra Mundial, pero hay quienes tratan de reescribir la historia.
Existe un estremecedor diario de una niña rusa de 11 años, Tanya Savicheva, en Leningrado que va relatando la muerte, uno por uno, de toda su familia. Historia totalmente desconocida en Occidente, no así «El Diario de Ana Frank», Es solo un ejemplo.