No es un final, sino un comienzo, momento de verdadera renovación y cambio. Tales fueron algunas de las palabras de Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, este 31 de enero cuando finalmente se concretó la polémica salida del país de la Unión Europea (UE).
El brexit fue acordado por estrecho margen en referendo efectuado el 23 de junio del 2016, aunque el tema había polarizado a la sociedad británica desde mucho antes. Sus impactos han sido visibles a nivel ciudadano por la incertidumbre generada, en la economía y también en lo político, sector en el que ha rodado más de una cabeza y algunas tardarán en volver a levantarse.
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La primera perdida visible fue la del entonces primer ministro David Cameron, quien organizó una consulta popular del 2016 que nadie había exigido. Pensó que era “pan comido” y fue el primer sorprendido con la aprobación de casi el 52 % de los británicos al proyecto de salida de la UE.
Luego de la renuncia de Cameron, asumió Theresa May, quien antes había defendido la permanencia en la Unión, pero asumió con seriedad el rol que le correspondía y luchó durante casi tres años para que el brexit fuera lo menos traumático posible.
No obstante, sus esfuerzos no fueron recompensados con el éxito y también se vio obligada a renunciar, momento en que sale a la palestra Boris Johnson, antes ministro del gabinete antibrexit de Cameron, y ahora paladín de la salida.
Jeremy Corbyn fue otro de los que, luego de mucho batallar, entregó su cargo de líder del Partido Laborista. Su reacción fue la respuesta a los resultados de las elecciones de diciembre del 2019 en las que sus contrarios políticos, los tories (Partido Conservador), se alzaron con el control de la Cámara de los Comunes, para felicidad de Johnson y de los defensores del fin de los vínculos con la UE.
Durante el 2020 poco cambiarán las cosas en el Reino Unido, pero los meses que restan serán definitorios para negociar los términos sobre los cuales construirán una nueva relación con Europa y el mundo.
¿Qué significa el término brexit?
La palabra brexit es el resultado de la combinación de los términos del idioma inglés britain (Gran Bretaña) y exit (salida).
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¿Por qué los británicos decidieron abandonar UE?
El 23 de junio del 2016 los ciudadanos británicos fueron consultados acerca de si estaban de acuerdo, o no, con la salida del Reino de la UE. El 51,9 % respondió que Sí.
El referendo fue precedido por una intensa campaña en la que los defensores de cada lado aportaron sus argumentos. Según los analistas, el Gobierno, promotor de la permanencia, se confió, mientras sus oponentes potenciaban la necesidad de rescatar la independencia y soberanía para abordar temas como la seguridad interna, la migración, el desempleo, la salud pública y los vínculos económicos, comerciales y financieros con el resto del mundo.
El Reino Unido se había integrado al bloque continental el 1 de enero de 1973, cuando aun se denominaba Comunidad Económica Europea. Pero lo hicieron con reservas, prueba de ello es que no renunciaron a la libra esterlina como moneda de cambio para abrazar al euro, como sí hicieron los restantes 27 países que hoy integran la UE.
¿Qué sucederá a partir el 1 de febrero del 2020?
Poco cambiará de manera inmediata, salvo que los eurodiputados británicos abandonarán sus escaños en el Parlamento Europeo y los jueces entregarán sus togas al Tribunal Europeo con sede en Luxemburgo.
El acuerdo de salida aprobado por ambas partes prevé mantener, al menos hasta el 31 de diciembre del 2020, el statu quo. Es decir, las cosas seguirán como antes en torno a la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales entre las dos orillas del Canal de La Mancha.
Los europeos que residen en el RU tienen hasta junio del 2021 para acogerse al settlement status (estatus de asentado) que le otorga el derecho a seguir viviendo en el país. Quienes lleven cinco años radicados legalmente en un espacio británico recibirán “derecho permanente de residencia”. A los de menos tiempo se les considerará “presentados” hasta que cumplan el lustro y puedan cambiar su estatus.
En los 11 meses que restan al 2020, expertos, juristas y políticos europeos y británicos tendrán que negociar un complejísimo acuerdo que defina las relaciones económicas a futuro, el cual deberá tener en cuenta temas álgidos como la frontera entre la Irlanda británica y la independiente, el anhelo escocés de mantenerse en el bloque europeo, y la disputa con España acerca del Peñón de Gibraltar, por solo citar tres ejemplos.
¿Cómo quedan los vínculos con Cuba?
Las relaciones bilaterales entre Cuba y el Reino Unido se encuentran a un alto nivel, impulsadas por la visita de tránsito de tres días realizada por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez en noviembre del 2018 a la nación europea, y por la estancia en la isla de los representantes de la familia real británica, el príncipe Carlos de Gales y su esposa, la duquesa Camila de Cornualles, en marzo del 2019.
En el ámbito económico, destaca la participación británica en inversiones recientes realizadas en el área de la generación eléctrica a partir de fuentes de energía renovable, en la educación, la industria farmacéutica, el sector financiero, entre otras.
Desde el punto de vista técnico diplomático, continuarán vigentes los compromisos contraídos por el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación pactado en 2016 entre Cuba y la Unión Europea, el cual, en noviembre del 2017, entró en vigor de forma provisional. Ese pacto ha sido reconocido por las partes como positivo, respetuoso de las diferencias existentes entre nuestras naciones, y favorable al interés de fortalecer y desarrollar los vínculos económicos, culturales, comerciales y financieros.