Para que el accionar de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) logre total efectividad, en talleres, industrias, centros de salud y de investigación, resulta determinante que las direcciones sindicales y administrativas tengan pleno convencimiento de la crucial importancia que este destacamento reviste en los momentos actuales. Fue un claro mensaje, o quizás una moraleja, que desde una mirada crítica, estuvo explícito durante la recién celebrada II Conferencia de la Anir.
A la par del necesario respaldo y atención, hay que sumar sin falta el adecuado desempeño orgánico del Comité de Innovadores y Racionalizadores (CIR), en la fábrica, el taller, la empresa. Si ese eslabón básico carece de liderazgo, no efectúa la asamblea de asociados ni integra la política de ciencia y gestión tecnológica, o hay ineficiencia en el trabajo de sus cuadros de dirección, será imposible conducir por buen camino la misión de la Anir.
¿Cómo contribuir a mantener y dinamizar la vitalidad de los procesos productivos, reducir los niveles de importación, generar exportaciones y favorecer el ahorro de portadores energéticos, por solo citar algunas prioridades? Son las administraciones las que identifican el banco de problemas para entonces trazar el plan temático por parte del CIR, y proporcionarle los
aseguramientos materiales y financieros para llevarlo a cabo.
La propia existencia de la Anir y la voluntad de su membresía han demostrado con creces el incalculable potencial de creación al servicio del país. Contra viento y marea no pocas veces ese intelecto encuentra a su paso trabas burocráticas y obstáculos de diverso tipo.
La validez e importancia del encadenamiento e integración con organismos e instituciones, como un sistema de trabajo convertido en herramienta para la solución a problemas en la producción o los servicios, ocupó espacio en los debates de la II Conferencia.
Un ejemplo concreto está en la provincia de Villa Clara. Según explicó la delegada Marta Jiménez, entidades decisoras plantearon a la Anir la necesidad de recuperación de las camas utilizadas en los salones de operaciones, tarea que fue lograda por innovadores de electromedicina en el territorio, quienes evitaron la paralización de ese servicio hospitalario.
Otras intervenciones durante las jornadas finales del cónclave pusieron de relieve la utilidad de los nexos con las Brigadas Técnicas Juveniles y el Movimiento del Fórum de Ciencia y Técnica en el empeño por alcanzar objetivos comunes por diferentes canales.
De los encuentros realizados entre los delegados y las máximas direcciones de los ministerios y sindicatos nacionales, emanaron pronunciamientos encaminados a la solución definitiva de aquellos problemas y limitaciones relacionados con el apoyo institucional, el registro, tramitación y estimulación de las innovaciones, el reconocimiento a sus autores y el cumplimiento de la Ley 38.
Las prioridades están bien definidas. Apremia concentrar la atención en lo que resta por hacer, para erradicar cuanto entorpezca la iniciativa aportadora de los aniristas y así avanzar cualitativamente sin piedras en el camino.