Franceses de diversos sectores, convocados por sindicatos opuestos a la reforma de la jubilación que impulsa el Gobierno, han vuelto a las calles para reclamar la retirada de esa iniciativa oficial. La de este miércoles ha sido la octava jornada de paro interprofesional desde el 5 de diciembre en rechazo a la propuesta de establecer un sistema de pensiones por puntos que el viernes pasado alcanzó la categoría de proyecto de ley y será discutida por la Asamblea Nacional el 3 de febrero.
La Confederación General del Trabajo, Fuerza Obrera, la Federación Sindical Unitaria y los Solidarios sobresalen entre los organizadores de las protestas, que cuentan además con el respaldo de partidos políticos de izquierda como La Francia Insumisa y el Partido Comunista.
Las encuestas continúan reflejando el apoyo mayoritario de los franceses a las movilizaciones para exigir la eliminación del proyecto. Sin embargo, el Gobierno descarta abandonarlo con el argumento de que traerá justicia al sistema de jubilación. Los sindicatos califican la propuesta de devastadora para el bolsillo de los pensionados, y las organizaciones de izquierda advierten que los únicos beneficiados serán los intereses financieros.
Por su parte, decenas de abogados franceses bloquearon este 29 de enero la Corte de Apelaciones en París y arrojaron sus túnicas para oponerse a la reforma de pensiones. También los bomberos parisinos protestaron la víspera para exigir aumento salarial, mejores medios para realizar su labor y denunciaron la carencia de estos debido a los recortes propuestos por la reforma.
Durante estas protestas, como ha sucedido en casi todas, hubo enfrentamientos con la policía, quienes lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes para dispersar la concentración.
En medio de este contexto, decrece la popularidad del presidente Emmanuel Macron, la cual cayó en enero al 30 %, un retroceso de cuatro puntos respecto a diciembre.
| RI con información de PL/Telesur