Este martes 28 de enero, día en que se conmemoró el aniversario 167 del natalicio del Apóstol, el Museo de los Trabajadores Palacio de los Torcedores acogió una gala de lujo con motivo de rendirle homenaje al cubano más universal, así como para celebrar el 81 cumpleaños de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), fundada en igual fecha del año 1939 por el líder sindical Lázaro Peña.
Se encontraban presentes, además de miembros del secretariado nacional de la CTC, Nereyda López, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC y miembro del Buró Político del Partido y Lourdes María Ferrer, vicepresidenta del gobierno del municipio Centro Habana.
En esta quinta edición, el evento también tuvo como acicate el arribo al medio siglo del órgano oficial del mencionado organismo, el periódico Trabajadores, y la propia creación de la institución anfitriona, que cumple en este año 95 años de fundada.
Declarado Monumento Nacional y reabierto en 2015 para convertirse en un centro alrededor del cual se auna lo mejor de la cultura del territorio en que se halla emplazado y de otros municipios capitalinos, el Palacio de los Torcedores desempeñó un rol medular «en la historia del movimiento obrero estrechamente vinculado al Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí entre los tabaqueros de Tampa y Cayo Hueso», como bien señaló el locutor Humberto Camejo.
Bajo el auspicio de la máxima dirección de la CTC, cerca de 100 figuras cimeras del panorama musical cubano y muchos artistas que integran el Proyecto Cultural Comunitario Palacio de los Torcedores, convocados por la acertada dirección artística del promotor cultural, crítico y periodista Jorge Rivas Rodriguez, obsequiaron a los presentes con su actuación altruista en un festejo que se propuso «exponer parte de la extraordinaria diversidad, originalidad y pluralidad cultural de los cubanos».
A propósito de ello, la talentosa cantante Claudia Beatriz no decepcionó, al interpretar el poema La bailarina española del creador de La edad de oro , musicalizado por Daylén Martínez, para el cual se acompañó de Brenda Rodríguez, bailarina de la compañía de Danza Liberación que dirige la profesora y coreógrafa Karelia Silva.
Además, interpretó Poema a José Martí, popularizada por Polo Montañez y Hoy mi Habana, de José Antonio Quesada. Los conjuntos danzarios Liberación y Lenguaje de la Danza -este último dirigido por Yudaisy Hechevarría y con dirección artística de Wagner Wignall- engalanaron las notas musicales con sus fluidos movimientos y celebraron, igualmente, el medio milenio de la villa San Cristóbal de La Habana.
La Orquesta de Pancho el Bravo acertó con su interpretación de Obreros Somos, cuyas líricas las compuso el mismo Alberto Cruz Torres y las popularizadó en la década de los ’70. Tras su fallecimiento las riendas de la agrupación las lleva el maestro Pablo Aguilar.
Y en un segmento que aludió «a la fusión de las culturas española y africana», la Orquesta Juvenil de Guitarras, que dirige el maestro Esteban Campuzano, cantó el clásico de Gerardo Alfonso Sábanas Blancas .
Con un pequeño performance introductorio, el toque humorístico lo puso el Coro Folklórico Nacional, encabezado por la maestra Maité Caballero, antes de agasajar al auditorio con ritmos y sonoridades de raíces afrocubanas pues, según cantaron en el jolgorio «defendiendo la rumba defendemos la bandera».
Asimismo, la velada dedicó un espacio merecido y especial al tributo de Lázaro Peña y al eterno Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, en el que el trovador Jorge Ceruto, premiado en el concurso de música del Sindicato del Comercio y la Gastronomía, interpretó dos de los más emblemáticos temas de Silvio Rodríguez: Pequeña serenata diurna y Ojalá. Por su parte Eudy Leslie, primer actor del grupo Teatro Cimarrón, dirigido por el destacado dramaturgo y poeta Alberto Curbelo, declamó el poema de la autoría de este último dedicado al siempre vivo dirigente de la clase obrera.
El Museo, donde Radicó la Universidad Popular José Martí, fundada por Julio Antonio Mella, no abandonó su vocación de inculcar conocimiento ni de involucrar en ello a «los pinos nuevos», como diría el Maestro.
Ello quedó demostrado cuando pioneritos de la escuela de enseñanza primaria Raquel Pérez González del municipio Centro Habana fueron premiados por sus trabajos en el concurso de composición «El Palacio de los Torcedores y su historia», convocado por la CTC y el Museo; al igual que con la participación de alumnos de centros estudiantiles radicados en la comunidad de Cayo Hueso que entregaron arreglos florales a cada artista que puso su talento y arte en función de las celebraciones y agasajos.
El canto lírico dijo presente en la prodigiosa voz del tenor Bernardo Lichilín quien deleitó el sentido auditivo con el poema martiano musicalizado La rosa blanca. Luego le tocó el turno a Yaíma Sáez de adueñarse del escenario para poner al público a bailar con La última noche y La mazucamba , temas de Bobby Collazo y Orlando de la Rosa, respectivamente.
La festividad cerró con broche de oro con la actuación especial del grupo Arnaldo y su talismán, cuyo director deleitó con temas como El almendrón, Tras la tormenta, La lucecita, Pa’ lante, entre otros.
Véase también: Celebran en la empresa Metal Mecánica acto nacional por aniversario de la CTC (+ Fotos)
