Como nosotros, ellos eran un grupo de jóvenes que pretendían rendir tributo, en la víspera de su centenario, a un hombre que se dejó el alma en la manigua. También, como lo hacemos hoy, descendieron los 88 escalones de la Colina Universitaria, donde tantas veces se enfrentaron a los esbirros batistianos para recorrer, con fuego en las manos y el corazón, el trayecto que los conduciría hasta las otrora canteras de San Lázaro, donde un jovenzuelo Martí sufrió presidio político.
Los pinos nuevos de entonces, que asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, se alzaron en la Sierra Maestra y entraron triunfadores a La Habana ese enero de victorias, ven alzarse hoy al relevo reconfortante que perpetuará el legado del más universal de los cubanos, autor intelectual de las actuales conquistas .
Ausentes estuvieron los carteles de ABAJO LA TIRANÍA en esta peregrinación hasta la Fragua Martiana. Esta vez, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) marcha bajo el axioma de la autoría del Apóstol: «De América soy hijo, a ella me debo» -plasmado en una carta a su amigo venezolano Fausto Teodoro de Aldrey-; y rinde homenaje al mejor discípulo de José Martí, Fidel Castro Ruz, a esa generación que este último lideró hacia el triunfo y al perenne líder del estudiantado, Julio Antonio Mella.
Su actual sucesor en la presidencia de la FEU, José Ángel Fernández Castañeda, junto al resto de los presentes y jóvenes de disímiles centros educacionales capitalinos, le rindió tributo con una ofrenda floral en el Memorial que guarda sus cenizas al pie de la Colina Universitaria, emulando dicho acto ocurrido durante la primera movilización de este tipo.
Ninguna dictadura se opuso hoy a la movilización, ni fueron necesarios, como entonces, clavos que transformaran las teas en armas de defensa. Por el contrario: las notas de nuestro Himno Nacional sonaron nítidas y fervorosas al preceder al simbólico pase de lista de los mártires de la FEU.
Los integrantes de movimientos y organizaciones estudiantiles y juveniles bajaron por la calle San Lázaro, doblaron hacia Infanta y continuaron en dirección a 25 y Hospital para demostrar su respaldo a la dirección histórica de la Revolución, pintando la noche de fuego, esperanza y arengas efervescentes.
Asimismo, la marcha se realizó en saludo al XI Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y estuvo azuzada por la necesidad de reivindicar la imagen del máximo ideólogo de la Revolución que el enemigo histórico de Cuba trató de mancillar. Ello se realizó a través de un tuitazo gigante que marcó tendencia con las etiquetas #MarchaDeLasAntorchas, #DesagravioAMartí y #SomosFEU.
A través de su cuenta en Twitter, ya el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez había llamado a desagraviar definitivamente al Apóstol con una estruendosa peregrinación que hiciera historia por su masividad, y su presencia confirmó ese compromiso personal con tal premisa, al igual que la del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Manuel Marrero, Primer Ministro de la República de Cuba y el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés quien, junto al también Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, participó en aquella primera Marcha de las Antorchas que pariría una tradición mantenida hasta estos días.
Pero esta actividad no se concibió de forma aislada: coloquios, paneles, foros, exposiciones, premiación de concursos, proyección de películas, rutas históricas, vigilias, cantatas, talleres, publicación de libros y los habituales desfiles pioneriles también se adueñarán de calles, plazas y parques hasta el 24 de febrero, en celebración del reinicio de las luchas independentistas y, por tanto, de la consagración de la obra del Héroe de Dos Ríos
Con aquella histórica protesta de 1953, la Generación del Centenario entraba en los anales y legaba un ritual ejecutado anualmente: un desfile que demuestra que a 167 años de su natalicio el Héroe Nacional continúa encendiendo el fuego de las ideas del combate y de la Revolución en las nuevas generaciones de cubanos y garantiza también, además de apoyo incondicional, sobre todo, continuidad.
Raúl y Díaz-Canel en la Marcha de las Antorchas en homenaje a Martí
Fotos: Joaquín Hernández Mena
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido, y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República, participaron en la tradicional marcha de las antorchas en homenaje al más universal de los cubanos: José Martí.
Junto a Raúl y Díaz-Canel, se encontraban José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz.
José Ángel Fernández Castañeda, presidente de la FEU, dijo que «los cubanos tenemos el inmenso privilegio de contar con Martí, ese que es de todos y para el bien de todos, vigilante y alerta ante las amenazas de tiempos presentes y futuros, antimperialista y genuino defensor de la unidad entre los pueblos de América».
También condenó los actos vandálicos y cobardes que vulgares delincuentes al servicio de los enemigos de Cuba cometieron en días pasados. Luego de las palabras del dirigente estudiantil, y de rendir homenaje al fundador de la FEU, Julio Antonio Mella, en el Memorial que guarda sus cenizas, fueron encendidas las antorchas y se inició el recorrido por la calle de San Lázaro hacia la Fragua Martiana.
Y se cumplió el llamado del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez de esperar el cumpleaños 167 de Martí con las antorchas encendidas, para desfilar desde la Escalinata universitaria y hacer historia con la más masiva marcha de homenaje al Apóstol y de condena a quienes pretendieron mancillarlo.
Desde las primeras horas de la noche, la histórica Escalinata de la Universidad de La Habana se colmó de jóvenes en espera de comenzar la Marcha de las Antorchas.
La Marcha de las Antorchas desde la Escalinata de la Universidad de La Habana hasta la Fragua Martiana fue protagonizada con masividad en homenaje a Martí en el aniversario 167 del natalicio del Héroe Nacional Cubano.
Además de esperar el cumpleaños del Apóstol, el desfile con antorchas encendidas recuerda a la primera marcha realizada en 1953, en el año del centenario del autor intelectual del asalto al Cuartel Moncada por parte de una generación que no lo dejó morir.
Miembros de los movimientos y organizaciones estudiantiles y juveniles participan en el homenaje junto a dirigentes de organizaciones políticas y de masas.
