Atención, estimados pasajeros que abordan esta guagua en la que se habla de todo: les informamos que esta vez presentaremos Comentarios Digitales sobre la nota titulada Empresa de Astilleros, un caso de descontrol y malas prácticas
Se refiere a la Empresa de Astilleros subordinada al Grupo Empresarial Marítimo Portuario atendido por el Ministerio de Transporte, donde se realizó una Auditoría de Cumplimiento, a partir de los resultados de la investigación especial de una denuncia anónima recibida en la Contraloría General de la República contra esa entidad.
Según explica la nota, violaron el objeto social y las licencias comerciales al brindar servicios de recreación con gastronomía, documentándose un presunto hecho delictivo.
Como hecho agravante, las ventas de bebidas alcohólicas fueron registradas indebidamente como ingresos de la actividad fundamental.
También agrega que comprobaron la falta de supervisión, alertas y controles administrativos y contables en almacenes, ante un volumen tan alto y sistemático de compras de bebidas por una empresa cuyo objeto social no era la comercialización de esos productos.
La nota se refiere también a la justificación de algún directivo de que esto venía ocurriendo desde hace años.
La conclusión fue que hubo “Inobservancia de la legislación vigente; negligencia y falta de supervisión en la documentación y proceso de esta entidad; falta del debido cuidado profesional y deficiente revisión de la documentación primaria”.
También: “Debilidades en la identificación de los riesgos; deterioro de los valores éticos y morales que fueron distorsionando lo realmente aprobado para su actividad, y considerar durante muchos años la entrega de módulos de venta de bebidas como una práctica normal cometida y aprobada por los directivos de la entidad, alejados del noble propósito de garantizar a los trabajadores de la entidad un espacio para su disfrute y distracción”.
Entre la abundante cantidad de Comentarios Digitales (CD) están los siguientes:
Lory dice:
El robo centralizado, en las narices de todo el mundo. Es indignante que la Contraloría solamente encuentre descontrol cuando hay anónimos que describan los hechos porque el llamado Control Interno…
Landy dice:
Cuando salen a la luz estas cosas me pregunto cómo es posible que sucedan cosas como estas, donde existe un especialista de control interno, un director seleccionado por su buena conducta, un núcleo del Partido, un Sindicato y además especialistas de órganos de control que todos conocemos y que esto no se coja a tiempo.
Manuel dice:
Porque todos ellos estaban pegados a la ubre de la vaca etílica
Joaquín Martínez Matos dice:
Sí se hicieran más auditoría sorpresivas a las empresas y almacenes se detectarían muchas violaciones que cometen los directivos de los mismos, y cuando se anuncia una visita tratan de arreglar facturas y documentos.
Hay muchos administradores que se han ido del país llevándose consigo miles de pesos que afectan la economía, gracias al descontrol. Aquí en Guantánamo, en la empresa de la Alimentaria (harina) municipal se han ido como 3 ó 4. Hace poco se fue uno que debía más de 100 000 pesos, lo sabía el director pero no lo denunciaron y se fue del país. Casos como estos nos afectan a todos.
En su Comentario Digital, EDUARDO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ cita fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005:
“En esta batalla contra vicios no habrá tregua con nadie, cada cosa se llamará por su nombre, y nosotros apelaremos al honor de cada sector. De algo estamos seguros: de que en cada ser humano hay una alta dosis de vergüenza. Cuando él se queda consigo mismo, no es un juez severo, a pesar de que, a mi juicio, el primer deber de un revolucionario es ser sumamente severo consigo mismo.”
“Se habla de crítica y autocrítica, sí, pero nuestras críticas suelen ser casi de un grupito, nunca acudimos a la crítica más amplia, nunca acudimos a la crítica en un teatro.”
“… “Sí, me autocritico”, y se quedan tan tranquilos, ¡muertos de risa! Son felices. ¡Ah!, ¿te autocriticas? ¿Y todo el daño que hiciste y todos los millones que se perdieron como consecuencia de este descuido o de esta forma de actuar?”
“Crítica y autocrítica, es muy correcto, eso no existía; pero si vamos a dar la batalla hay que usar proyectiles de más calibre, hay que ir a la crítica y autocrítica en el aula, en el núcleo y después fuera del núcleo, después en el municipio y después en el país.”
“La Revolución tiene que usar esas armas, ¡y las va a usar si fuera necesario!; no debiera ser necesario. La Revolución va a establecer los controles que sean necesarios.”
“El país ha tenido limitaciones de recursos, muchísimas; pero este país no ha hecho más que despilfarrar recursos, tranquilamente…”
“Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.”
Al concluir la cita, dice:
Vamos rumbo a los 15 años de este vital discurso para el sostenimiento y viabilidad futura de nuestra Revolución, y hechos de corrupción y despilfarros denunciados por Fidel siguen creciendo como cáncer en metástasis sin que se acabe de aplicar la quimioterapia y radioterapia que lo envenene y lo queme de raíz. Finalmente somos los cubanos del pueblo que hemos dado lo mejor de nuevas vidas por lograr un futuro mejor para nosotros y las nuevas generaciones que vinieron y vendrán, los que sufrimos las limitaciones y angustias que produce este cáncer de la corrupción.
Ochenta dice:
Los comportamientos de un jefe tienen mucha mayor repercusión y alcance en una institución y en la sociedad, que la indisciplina de un trabajador individual. Esta última es corregible localmente, pero la primera puede viciarse al amparo de estos decretos.
Además del control desde quien lo designa arriba, el dirigente debe sentir la efectividad de un control desde abajo, desde los trabajadores, que garantice el cumplimiento de sus funciones dentro de los límites de su cargo.
La falta de ética y moral, la conducta inescrupulosa, y la mentira, contemplados todos en el código de ética deberían, por su repercusión en nuestra sociedad, tener un mayor peso condenatorio al alcance de los trabajadores en leyes laborales, penales y en particular las que rigen las conductas de dirigentes, funcionarios y cuadros del estado.
El trabajador podría tener una contribución decisiva para evitar o prevenir a tiempo la degradación de ese ambiente. Por ejemplo, el trabajador debiera tener una vía por lo judicial laboral para demandar al empleador por demostrada falta a la debida transparencia, omisiones, y no atención a las opiniones y quejas (Articulo 146 CT).
El empleador debería estar obligado por ley a responder las demandas y criticas razonables de sus subordinados, en un intercambio que respete la igualdad de trato, cualquiera sea la jerarquía o relación de poder.
Las violaciones y sanciones previstas en los decretos leyes 196 y 197, y las violaciones de lo establecido en el código del trabajo para los dirigentes, debieran también estar al alcance y jurisdicción de tribunales laborales.
Yordan NT dice:
Tristemente estos actos siguen ocurriendo en nuestro sistema empresarial y está haciendo aguas la credibilidad en el compromiso de los cuadros de este país. No creo que esté tan generalizado este cáncer como algunos les llaman, pero es imperdonable que a pesar de la situación por la que atraviesa el país, existan estas posturas en directivos formados en una revolución que han visto mantenerse con mucho sudor y sacrificio de gran parte del pueblo.
Una persona de no muchas palabras durante un diplomado a un grupo de jóvenes nos dijo: cuando tengan que darle alguna tarea o responsabilidad importante a algún trabajador no busquen a masters ni doctores, solo aquellos que estén comprometidos con la revolución sacaran la tarea adelante.
En resumen: El control tiene que ser sistemático; hay que confiar, pero también verificar. Disminuir su ritmo de crecimiento, detenerlo y mantener a raya estos males es impostergable.