El jurado de la actual edición del Premio Literario Casa de las Américas ya viaja rumbo a Cienfuegos. Esa ciudad acogerá por casi una semana las lecturas de las decenas de obras que fueron enviadas en las seis categorías convocadas.
En la mañana de este lunes, el presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto Jiménez, recibió a los intelectuales que decidirán los premiados. Y unos minutos después, a la sombra del gran Árbol de la Vida que preside la sala Che Guevara, fueron presentados ante el público.
Por primera vez Abel Prieto tuvo a cargo las palabras de apertura, que, como era de esperar, rindieron tributo al poeta Roberto Fernández Retamar, fallecido el pasado año, quien tantas veces tuviera esa responsabilidad en su condición de presidente de Casa.
Fue una alocución ciertamente heterodoxa, muy a tono con el estilo de Abel. Pero fueron palabras meridianas. El actual presidente de Casa de las Américas hizo una valoración de la historia y los aportes del Premio, su arduo itinerario, los vínculos que estableció con figuras fundamentales de la literatura y el arte latinoamericanos. Y al mismo tiempo, repasó el actual panorama político, social y cultural de nuestros pueblos, del mundo contemporáneo. «Son momentos de particular complejidad: en este contexto, el Premio es un triunfo de la más auténtica cultura. Por eso hay que defenderlo contra viento y marea», exppresó.
Singular fue el canto de paz y armonía, enraizado en las esencias de su pueblo, que propuso uno de los miembros del jurado, el poeta kichwa Ariruma Kowii, y que fuera entonado por todos los presentes. También, las palabras de saludo de la dramaturga y actriz colombiana Patricia Ariza. Como colofón del acto, se estrenó un audiovisual que rescata una de las interpretaciones de la cantante Sara González a partir de los versos de José Martí.
El día 30 de enero, a las 7 de la noche, la sala Che Guevara será escenario de la entrega de los Premios de esta edición.