La economía cubana cuenta con poco más de 4 millones y medio de ocupados, de ellos alrededor del 31 % en el sector no estatal, y una tasa de desocupación del 1,2 por ciento, según se conoció este sábado en La Habana durante la reunión de balance de la gestión del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) el pasado año, cónclave encabezado por el presidente cubano Miguel Díaz Canel Burmúdez.
El mandatario significó en varias de sus intervenciones lo imperioso de eliminar las trabas que lastran el avance en no pocas temáticas vinculadas al trabajo. “¿Qué tiempo nos demoramos para aplicar el incremento salarial en el sector presupuestado?” se preguntó y argumentó que nos encasillamos en el debate de qué era primero, si el huevo o la gallina.
Si es el sector estatal quien más aporta económicamente, pues allí no pueden haber tantas limitaciones. “Nos demoramos mucho en tomar decisiones, dijo, y eso es un lastre del burocratismo. No implementamos con coherencia todas las variables para movilizar los recursos humanos, a los cuales debemos dedicar nuestro pensamiento”, sentenció.
Insistió en que todos, y el MTSS principalmente, tienen que ofrecer soluciones a aspectos que limitan la economía, y para ello presentar su llamado banco de problemas.
Puntualmente se informó que en el sector presupuestado laboran casi un millón 480 mil trabajadores, o sea el 48 % del total estatal, mientras que en el área empresarial se ocupan 1,6 millones, es decir, el 52 por ciento, fundamentalmente los agrupados en actividades agropecuarias, la industria azucarera, manufacturera y la construcción.
Llama la atención que en comparación con el año 2018, la población no activa económicamente decreció en 40 mil 200 personas, una cifra modesta, pero positiva si se une a la disminución de los totales de quienes no trabajan ni estudian, de los que declaran que no desean hacerlo o que no declaran una ocupación como medio de vida.
El Primer Ministro, Manuel Marrero, presente en la reunión, valoró positivamente la gestión realizada por el MTSS, pero destacó la necesidad de continuar perfeccionando el trabajo por cuenta propia, con los jóvenes, y las distintas formas de empleo.
Asimismo subrayó que es vital darle seguimiento a los temas de empleo y salario. “No podemos creer que la reforma general de salarios resolverá todos los problemas que subsisten”, dijo.
Sobre el tema hubo consenso en que el incremento de eficiencia tiene que verse reflejado en aumentos salariales, a la vez que se deben buscar sistemas salariales apegados cada vez más a modalidades universalmente reconocidas.
El análisis, también presidido por Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, detuvo su mirada en asuntos de vital importancia, entre ellos los vinculados al empleo y salario, seguridad social, consolidación de la labor de prevención, y asistencia y trabajo social, así como la informatización de los procesos.
Por su parte, Alejandro Gil, titular de economía, explicó que todo lo que hacemos en la economía tiene el fin de crear riquezas y mejorar la calidad de vida del pueblo. “En todo eso tiene que ver de manera directa lo que hagamos en temas de empleo y salario, además de los incentivos que desarrollemos. Todo eso es básico”, indicó.
Especial atención dedicó el titular de economía cubano al imperativo de romper dogmas en cuestiones económicas y utilizar indicadores menos tradicionales, que hablen más de riqueza, de empleo, de salario.
Respecto a la retribución, puntualizó que tenemos una dicotomía, pues entre los sectores estatal y no estatal no pueden haber diferencias, sino que deben estar en igualdad de condiciones. “Tenemos que armonizar, pues no pueden haber normas muy estrictas en uno y en el otro no. Debe haber más flexibilidad con asuntos como la retribución por el aporte”, refirió.