La complejidad e importancia de la labor sindical en un entorno económico tenso como el que atravesó el país en 2019 y también se avizora para el actual año, estuvo en el centro de los análisis del balance anual del trabajo en el Comité Provincial de la CTC en Mayabeque, que tuvo lugar el pasado jueves.
Sobre la situación de la fuerza laboral en el sector fabril profundizaron dirigentes sindicales y administrativos de los Sindicatos de los Trabajadores de la Industria, Agropecuarios y Forestales, y Azucareros, con énfasis en la necesidad de hallar alternativas de empleo para reducir las interrupciones o al menos tratar de preservar al personal calificado.
Un ejemplo emblemático resulta la difícil situación de la Fábrica de Cables de San José de Las Lajas, que el pasado año atravesó su peor situación en las últimas dos décadas por la no concreción de los créditos previstos para la compra de materias primas, según explicó su director, Rodolfo Pérez.
Aunque tampoco fue buena la arrancada de este 2020, el directivo avizoró una situación diferente para el actual periodo, a partir de la contratación mediante esquemas cerrados de diversas producciones con entidades nacionales como Etecsa y Azcuba, así como en el encadenamiento con la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), entre otras posibilidades.
El despliegue de toda la creatividad y los resortes sindicales en función del cumplimiento de los planes económicos, emergió como otra prioridad, con experiencias emulativas como las que movilizan a operadores, estibadores y miembros de las cooperativas que prepararon tierras y ya se aprestan para comenzar en febrero la cosecha de la papa. No obstante, surgió también la insatisfacción con las malas condiciones todavía existentes en los campamentos agrícolas que limitan la contratación de trabajadores.
En relación con la actual discusión en los colectivos del plan y el presupuesto, hubo señas positivas en cuanto a su descentralización hasta cada área de trabajo, como expuso la secretaria general del buró sindical de la Empresa Resecadora de Tabaco Rubio.
También trascendieron resultados alentadores, aunque todavía modestos, en materia de sustitución de importaciones, tales como la producción de arroz en Batabanó, con inversiones previstas para ampliar la capacidad de secado, lo cual permitiría ahorrar más de 70 mil litros de petróleo, al no tener que transportar el grano a otras provincias para su procesamiento; o racionalizar el uso del agua mediante la mejora de los suelos con modernas tecnologías.
Algo similar ocurre con la exportación de nuevos rubros, con perspectivas positivas en el carbón vegetal y la venta de alimentos preelaborados a entidades extranjeras en la ZEDM.
Particular énfasis se hizo en la marcha de la zafra en los centrales del territorio, donde todavía ocurren indisciplinas que producen interrupciones de la molienda. Al respecto, fue clara la indicación de Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la CTC, de volcarse con todo el esfuerzo del trabajo sindical en esa y otras actividades claves, como es también la extracción de combustible.
“Hay que enamorarse del plan y echar la pelea en la base, directamente con los trabajadores”, expresó el también miembro del Buró Político del Partido, quien caracterizó el 2020 como un escenario desafiante, en medio del recrudecimiento del bloqueo, en el cual es preciso sumar voluntades y esfuerzos para alcanzar resultados que permitan no solo resistir, sino continuar avanzando, aunque sea pasito a pasito.
Yanina de la Nuez Aclich, miembro del Comité Central del Partido y su primera secretaria en Mayabeque, insistió en la necesidad de preparar mejor a los dirigentes sindicales y los trabajadores en los temas económicos, no para ir a una reunión, sino como parte de su quehacer cotidiano.
