Camagüey. – Sereno, controlado, veloz y efectivo se vio toda la tarde en el box del Cándido González el derecho Yosimar Cousín. Y cual embrujo perfecto para los Cocodrilos de Matanzas tejió actuación perfecta en ocho entradas, válido para apuntalar el triunfo 8-0 de los Toros de Camagüey e igualar la final de la pelota cubana a un triunfo.
Con 100 envíos exactos, seis ponches y apenas tres indiscutibles permitidos, el joven de 21 años mareó con su recta supersónica de más de 90 millas y rompimientos cortantes a la tanda yumurina, en tanto solo tuvo una entrada enredada (la segunda, cuando le llenaron las almohadillas), de la que salió ponchando a Erisbel Arruebaruena y Eduardo Blanco.
“Me cuidé siempre de los primeros hombres, específicamente de César Prieto y Yurisbel Gracial, porque son de los mejores jugadores del país y traté de sacar el primer out de cada entrada. Para estos dos últimos juegos, contra Industriales en el Latino y ahora frente a Matanzas, he tenido los consejos de mi entrenador Pedro Luis Lazo, a quien agradezco sus enseñanzas”, comentó el protagonista de la tarde.
Dos errores en el primer inning del jardinero central Blanco (se le metió la pelota en el sol) y el camarero Prieto abrieron las puertas a las dos primeras anotaciones de los locales frente a Noelvis Entenza, quien soportó además en ese capítulo tres sencillos de Yorbis Borroto, Yoelkis Guibert y Loidel Chapelli, este último para empujar la tercera de la entrada. Todas las carreras fueron sucias.
Luego el duelo a ceros de adueñó de la pizarra, hasta que en el octavo, los discípulos de Miguel Borroto clavaron cinco rayitas más ante los relevistas Miguel Lahera y Yaniel Blanco en las que fueron claves el triple de Luis González y los tubeyes de Santiago Torres y Alexander Ayala.
Con el match igualado, las acciones se trasladarán ahora al estadio Victoria de Girón de martes a jueves. Para el primer día ya quedaron anunciados Yoanni Yera contra Yariel Rodríguez; al tiempo que los cocodrilos andan bien preocupados por la pobre producción en la final de tres hombres líderes: Prieto (9-0), Yurisbel Gracial (8-1) y Arruebaruena (7-0 con nueve ponches en la postemporada).
Hasta el momento, va resultando un play off tal y como se vaticinó. De un lado el pitcheo camagüeyano ha mantenido protagonismo, a lo que se le ha sumado una ofensiva por encima de 300 de average en cinco juegos de semifinal y final. Sus rivales, temibles con el madero en toda la campaña, han dejado casi toda su dependencia a Javier Camero, de 8-4, con par de jonrones, un doble y cinco empujadas.
Lo mejor parece reservado para esta tierra de los tinajones, adonde seguramente volverán estos equipos, pues una barrida en el pantano yumurino no debe ocurrir.
PROTAGONISTAS HABLAN
“Era un sueño mío jugar con Camagüey de nuevo, la tierra que me vio nacer y en la que me hice pelotero, tras haber pasado 10 años por el béisbol profesional en Estados Unidos y Japón. Esperé todos los permisos y ahora le dedico todo lo que estoy haciendo a este pueblo y a mi padre (fallecido el pasado año), a quien le prometí que le regalaría un campeonato nacional”. (Leslie Anderson, el más valioso de Camagüey en semifinal)
“Hoy ha sido un gran día, y me siento feliz. Esperaba mucho tiempo demostrarle a mi familia, amigos y al pueblo que podía luchar por un título nacional en la pelota, tal y como estoy haciéndolo ahora con los Cocodrilos. Eso no quita que sea Industrialista 100 % y quisiera obtener muchos triunfos con ellos, pero en Matanzas me abrieron las puertas y estoy muy agradecido del profesor Ferrer y de las atenciones que he recibido de las autoridades”. (Javier Camero, elegido el más valioso en el primer juego de la final)
“Me equivoqué el primer día en el manejo del pitcheo, pero somos una familia que sabe analizar y rectificar”. (Miguel Borroto, director de los Toros)
“Nos ha fallado el bateo oportuno, pero confiamos en la recuperación de peloteros con una calidad probada”. (Armando Ferrer, mentor de los Cocodrilos)