La intención del colectivo de 38 trabajadores del restaurante María Cristina, perteneciente a la unidad básica Compay Tiago, de la Empresa Municipal de Gastronomía, es posicionarse en el gusto de las santiagueras, santiagueros y de quienes visiten esta unidad, ubicada en la intercepción de las avenidas Garzón y Céspedes de la ciudad cabecera.
Algo así como regir en materia de servicios de restaurantes dentro del sector estatal de la provincia, con apego al estribillo de la popular guaracha de la cual toma su nombre el lugar, de la autoría del santiaguero Ñico Saquito, titulada María Cristina me quiere gobernar.
Con la fortaleza de ser una de las obras remozadas en la provincia en saludo al aniversario 61 del triunfo de la Revolución, el centro pasó de taberna de comida española a restaurante de comida genérica, y gracias a la intervención de la Fundación Caguayo reabrió sus puertas con un moderno diseño de espacios, luces y decoración.
He ahí uno de los mayores atractivos del lugar, según refieren algunos de los que allí acuden; entre ellos, Yenissel Castellanos, quien ponderó la belleza del lugar, “que por suerte se hace acompañar de una buena elaboración de la comida y un trato muy amable y profesional por parte de sus trabajadores”.
Yoandris Zamora, otro santiaguero que optó por acudir al sitio destacó con particular agrado la presentación de las elaboraciones, “en especial las ensaladas, casi obra de arte para la vista del consumidor”.
Todo ello tiene como trasfondo las alianzas con la Asociación Culinaria de la República de Cuba en Santiago, según comentó a Trabajadores el administrador de María Cristina, Enrique Santiago.
“Antes de abrir, el pasado 30 de diciembre, y unos días después, nuestro personal de cocina se estuvo entrenando con especialistas de dicha asociación, en particular en la preparación de salsas y la decoración de los platos.
“Es intención seguir capacitando a los trabajadores de otras áreas, como el bar y el salón, para elevar constantemente la profesionalidad, que sea un sello de nuestro restaurante además del buen sazón”.
Platos como la ternera guisada, la masa de cerdo frita, el arroz con pollo y en particular el potaje de judías, son de los platos más demandados por los clientes, quienes suman al pedido la popular cerveza Hatuey así como la coctelería.
Que logre “gobernar” o no en materia de gastronomía estatal santiaguera aún está por ver, no obstante no resulta fácil el empeño en tanto la llamada refundación de la actividad en la provincia estimula el realce de muchas unidades, no solo en lo visual sino también en el servicio.
Por lo pronto vale llegar allí, entre 12 del mediodía y 11 y 45 de la noche ocupar una de sus 52 capacidades, y deleitarse con las propuestas culinarias que María Cristina tiene para ofrecer.