‘El regalo de fin de año de los golpistas (Jeanine) Áñez, (Luis) Camacho y (Carlos) Mesa es volver al neoliberalismo, ingresando al Grupo de Lima’, aseguró Morales, quien renunció a su cargo de jefe de Estado el pasado 10 de noviembre, presionado por altos mandos militares.
Aseguró que la adhesión a ese grupo establecido en 2017 en la capital de Perú ‘es retornar al pasado para privatizar los recursos naturales, servicios básicos, educación y salud.’
‘Es someternos a las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI)’ recalcó el líder indígena que se encuentra en Argentina en calidad de asilado político.
Este fin de semana, el gobierno golpista anunció que se sumaría al Grupo de Lima, acción que marca la vuelta de timón del Estado Plurinacional en cuanto a relaciones internacionales.
Tras la asonada golpista, Bolivia anunció su restablecimiento de vínculos con Israel, interrumpidos en 2009 en protesta contra los ataques sionistas a la ocupada franja de Gaza.
Asimismo, la administración de la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez anunció la ruptura de nexos diplomáticos con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro, y reconoció al dirigente opositor Juan Guaidó como ‘presidente encargado’.
También retiró al país de foros de integración como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
En ese contexto, Áñez designó a Walter Serrate Cuéllar como nuevo embajador en Estados Unidos, luego de 11 años de relaciones bilaterales a nivel de encargados de Negocios.
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