Con tres equipos clasificados (Camagüey, Las Tunas, Matanzas) y un cuarto por lograrlo en cuestión de tiempo (Industriales), nada parece ahora más interesante en la 59 Serie Nacional de Béisbol que saber cómo pudieran ser los pareos de la semifinal y qué nombres están ya pensando los mentores para reforzarse el próximo 27 de diciembre, horas antes del Día del Inocente.
Los Leñadores tuneros, monarcas actuales, andan chocando con unos Cocodrilos yumurinos y es muy probable que el desenlace de este duelo se arme con pinzas. Es decir, muchos jugadores claves vayan al banco, otros estelares se incorporen (ya lo hizo Yurisbel Gracial con cuadrangular en el primer cotejo) y el manejo del pitcheo tenga muy en cuenta lo que estará haciendo la tropa azul en el Latinoamericanos contra Cienfuegos.
Y no es nada extraño que suceda lo que algunos llaman escoger rivales, pues ninguno del trío de clasificados gustarán abrir los play off en casa de la tropa de Rey Vicente Anglada, que tiene todas las credenciales para terminar tercero o cuarto. Recordemos que tras el ajuste anunciado por la Comisión Nacional de Béisbol la postemporada será ahora al mejor en cinco juegos y se iniciará con par de enfrentamientos en casa de los conjuntos peor ubicados en la tabla de posiciones.
De ahí que casi un 90 % de las probabilidades muestran que Camagüey-Industriales se enfrentarían en esa ronda, terminando 1-4 o 2-3; mientras Las Tunas-Matanzas pudieran hacerlo con las mismas combinaciones, sobre todo la primera (1-4) si los primeros barren a los rojos de escarlata y los azules ganan al menos dos desafíos a los sureños.
De cualquier manera y sin demeritar posibles discusiones de campeonato, la que mayor expectativa levanta es una pugna final entre los capitalinos y tuneros. Antecedentes como el de la pasada campaña, en que muchos aficionados achacaron a la tropa de Pablo Civil la no clasificación de Industriales; o el de la remontada de los orientales hace par de años cuando Víctor Mesa dirigía la nave habanera, pintan un panorama de rivalidad ideal y con un necesario morbo deportivo.
Sin embargo, para llegar a eso, primero hay que volver a solicitar tres refuerzos (algo que seguimos en contra, pero fue lo acordado) y aunque no serán quizás decisivos como los tomados para estos 45 partidos, pueden aportar importantes victorias desde el box o ser oportunos con el madero.
Camagüey buscará dos jugadores de posición y un lanzador relevista o cerrador. Edilse Silva, Yoelkis Guibert, Rudens Sánchez pudieran ser ideales para el mentor Borroto, que no dejará escapar seguramente a un Miguel Lahera o algunos de los Carlos: Santana o Santiesteban, excelentes relevistas y en una forma deportiva envidiable.
Por esa misma línea de los tiradores andarán los tuneros, que no parecen interesados en jugadores de posición, aunque para hacerle el daño a otro director pudieran pedir alguno, dígase César Prieto o Pavel Quesada, a quienes les buscarían luego un hueco en la alineación.
Matanzas ya ha enseñado que pedirá dos bateadores más y un serpentinero que sirva como estabilizador o cerrador. Armando Ferrer ya tiene el mérito de devolver al elenco occidental a una pelea por el podio. El acariciado sueño de ser campeón sigue aún estando un poco más lejos, pero tampoco es imposible.
Finalmente Anglada debe decantarse por reforzar su infield con nombres como los mencionados Prieto y Quesada, sin descartar a Dayán García, en tanto Lázaro Blanco o Yasmani Insua para completar la rotación con Erlis Casanova y Vladimir Baños no estaría mal y haría más temible al equipo que busca su decimotercera corona nacional y que no gana desde hace una década.
Son horas de estrategias e inteligencia. De ajustes tácticos y tensiones. Los pronósticos andan en el filo de la navaja. ¿Repetirán los leñadores? ¿Rugirá de nuevo el león? ¿Los toros podrán por fin imponerse en una Serie Nacional? ¿La mordida de los cocodrilos será tan profunda como para triunfar?
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