Este ha sido un gran regalo para mi carrera artística. Calidad y alto nivel artístico caracterizaron este espectáculo que verdaderamente me ha sorprendido”, dijo Eugenio Hernández Espinosa, Premio Nacional de Teatro 2005, al término de la velada organizada en el Museo de los Trabajadores Palacio de los Torcedores, con el coauspicio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC), en homenaje al Negro Grande del Teatro Cubano, en ocasión de su 83 cumpleaños y por la venidera Feria Internacional del Libro que se le ha dedicado.
Magistrales fueron los desempeños del Coro Folklórico Nacional, con su música, cantos y bailes, bajo la dirección de la maestra Maité Caballero, así como la profesional entrega de Eudy Leslie, de Teatro Cimarrón, que dirige el dramaturgo y poeta Alberto Curbelo, en la dramatización del poema Itam, de Rogelio Martínez Furé; y de Caridad Gutiérrez en el unipersonal La Marquesa Siempreviva, de Hernández Espinosa, bajo la dirección de Nelson González.
El auditorio también ofreció palmas a las bailarinas del grupo Liberación, que dirige Karelia Silva, y a la joven cantante Claudia Beatriz, que impactó con su cristalina voz. La dirección artística estuvo a cargo de Jorge Rivas Rodríguez.
La secretaria general del SNTC, Nereyda López Labrada, entregó al homenajeado un diploma de reconocimieno por la obra de toda la vida, y el Palacio de los Torcedores lo congratuló con una obra de arte del pintor Ángel Silvestre. Sobre la vida y la obra de Eugenio habló el también Premio Nacional de Teatro Gerardo Fulleda León.
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