Camagüey. – Andy Cruz (63 kg) es un ganador nato. Sus alforjas están llenas de premios y felices leyendas. Material suficiente para formidables historias. En las gradas de la Sala Rafael Fortún, luego de superar a su primer rival en el 58 Torneo Nacional de Boxeo Playa Girón, accedió a conversar con Trabajadores sobre un año grande. Como siempre.
“El Playa Girón nunca es un campeonato para tomárselo a la ligera. En lo personal me enfoco mucho en esta justa, hay varios rivales de calidad. Todos quieren ganar y tienen potencialidades. Es como un mundial chiquito. Vengo a cumplir con lo trazado. El oro es mi sueño siempre, sin subestimar a nadie”.
La rutina de ganar suele pensarse como algo sencillo. Cada cual lo interpreta a su manera. Nuestro protagonista lo tiene muy claro.
“Cada competencia la asumo con responsabilidad. Triunfar no te garantiza el éxito siempre. Cada victoria te obliga a mejorar ante cada nueva presentación. Trabajo mucho. Me exijo tremendamente. Solo así puedo continuar en la cima”.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán la coronación de muchos años de esfuerzos. Andy los tiene en la mirilla.
“Estoy motivado. En las Japón quiero ganar el título. Me enfoco en ello, día por día pienso en ese campeonato. Será complicado, pero el boxeo cubano tiene la obligación de cumplir. Entrenamos para eso”, enfatizó.
El 2019 ha sido un período extraordinario. Oro en los Juegos Panamericanos de Lima. Corona en el Campeonato Mundial de Ekaterimburgo y la elección como uno de los mejores del año ratifican calidad y persistencia.
“No me puedo quejar. Me impuse en las dos pruebas más complicadas del calendario. Fue duro, pero cumplí. Estar entre los más destacados de Cuba me alegra. Doy gracias a mis compañeros, entrenadores y al pueblo. Hay Andy para rato”.