La película argentina Los Sonámbulos, de la directora Paula Hernández, obtuvo el Premio Coral al mejor largometraje de ficción, otorgado por el jurado del XLI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, cita que culminará oficialmente este domingo.
Calificada por la crítica especializada antes de su arribo a La Habana como una obra de indudable maestría, inteligencia y madurez desde la puesta en escena, ese mismo filme se alzó, además, con los galardones en el apartado de Mejor actuación femenina para Erica Rivas, su protagonista, y Mejor Guión, a cargo también de Paula Hernández.
Al recibir el lauro expresó su agradecimiento al jurado del certamen y se mostró muy complacida por la premiación, más en un concurso como este, el cual deviene símbolo de unión, resistencia y cultura de toda la región latinoamericana a través del séptimo arte, según sus propias palabras.
El veredicto del jurado realzó el sugerente lenguaje cinematográfico utilizado para desarrollar la trama, la cual se basa en la representación de la familia como centro de una violencia endémica y patriarcal llena de conflictos acumulados que no resisten permanecer ocultos por más tiempo.
En la categoría de mejor largometraje, el jurado del Festival también concedió Premios Especiales a La Llorona, por Jayro Bustamante, de Guatemala, Algunas Bestias, de Jorge Riquelme Serrano, de Chile, y La vida invisible de Eurídice Guzmán, por Karim Aïnouz, de Brasil.
Esa última película también obtuvo el Coral a mejor Dirección Artística, y Mejor Fotografía, La Llorona al Mejor Sonido, y Algunas Bestias por Mejor Dirección.
El filme Agosto, del cubano Pedro Capó, obtuvo el Coral a Mejor Opera Prima, el Premio del Público recayó en El cuento de las comadrejas, del brasileño Juan José Campanella, y el lauro de Mejor Cortometraje de Ficción fue para Flying Pigeon, del joven creador Daniel Santoyo Hernández, también de Cuba.
Al argentino Luis Brandoni se le concedió el Coral a Mejor Actor por su meritoria interpretación en dos de las películas más admiradas durante el XLI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano: El cuento de las comadrejas, y La Odisea de los Giles, con la cual abrió sus puertas la cita el 5 de diciembre.
En el acápite de guión inédito se entregó mención a Una noche con los Rollings Stones, de la cubana Patricia Ramos, y el premio fue para Desde el apocalipsis, de Sebastián Dietsch, de Argentina.
A media voz, de Patricia Pérez Fernández y Heidi Hassan, obtuvo el Coral de Largometraje Documental, y Dile a ella que me viste llorar, de la brasileña Maíra Santi Bühler, se alzó con el Coral Especial del Jurado en ese apartado.
El mejor cartel correspondió al del documental Lola, de la cubana Diana Carmenatez, en Largometraje de animación ganó Ciudad de los Piratas, de Otto Guerra, mientras que en igual apartado, el Coral de cortometraje recayó en Carne, de Camila Katerb, y el Especial del Jurado fue para Sangro, de Tiago Minamisawa.
Finalmente, el Premio Coral de Postproducción fue para Años cortos, días eternos, de Silvina Estévez, y el jurado de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación (SIGNIS) otorgó premio a Los Lobos, de Samuel Kishi Leopo, y la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) a Blanco en Blanco, de Theo Court.
Iván Giroud, presidente del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en sus palabras de clausura hizo un llamado a los jóvenes cineastas de la región para continuar llevando a las pantallas la realidad de los pueblos del área mediante creaciones de altos presupuestos estéticos.
En ese contexto también se le entregó el Coral de Honor a la cineasta argentina Lita Stantic, quien además de agradecer profundamente emocionada el reconocimiento, hiso un llamado a América Latina a permanecer unida ante la dura situación política, económica y social por la cual atraviesa la región.
(Tomado de ACN)
