«No habrá tregua en los paros, ni siquiera en Navidad», hasta conseguir que se retire el proyecto de ley, aseguró de forma tajante la Confederación General del Trabajo (CGT), sindicato mayoritario dentro de la compañía estatal de ferrocarriles (SNCF).
«La huelga continúa hasta que se garantice el mantenimiento del sistema actual (de pensiones), el sistema para todos los empleados, y que comencemos las negociaciones para mejorarlo», explicó Laurent Brun, secretario general de la CGT en la empresa estatal.
Tras ocho días de huelga masiva en todo el país, los trabajadores decidieron aumentar la presión sobre el ejecutivo, que ha conseguido ponerse en su contra incluso a la moderada Confederación Francesa Democrática del Trabajo que se sumó al movimiento de protesta, algo que no ocurría desde 2010.
Durante la jornada de huelga general que se desarrolla este jueves, los servicios mínimos establecieron el funcionamiento de uno de cada cuatro trenes de alta velocidad en todo el país, la misma frecuencia para los trenes suburbanos en la región de París, mientras la mayoría de las líneas de metro permanecen cerradas.
Con respecto a los autobuses urbanos, en la capital sólo se realizarán el 40 por ciento de los servicios, según anunció la empresa municipal de transporte (RATP), cuyos trabajadores también entraron en la segunda semana de huelga contra la reforma de las pensiones.