Este 7 de diciembre, a lo largo y ancho de la suroriental provincia, se aviva el recuerdo y homenaje a dos hijos de esta tierra heroica: Antonio Maceo Grajales y Frank País García, así como a los santiagueros que cayeron en el cumplimiento de misiones internacionalistas.
Por azares de la historia se juntaron en el almanaque la muerte en combate, hace 123 años, del Titán de Bronce y su ayudante Panchito Gómez Toro, el natalicio, en 1934, de uno de los principales líderes del Movimiento 26 de Julio, y la llegada a Cuba, 30 años atrás, de los restos mortales de los internacionalistas cubanos, conocida como Operación Tributo.
En el camposanto patrimonial de Santa Ifigenia, en la ciudad de Santiago de Cuba, fueron depositadas ofrendas florales a nombre del General de Ejército Raúl Castro Ruz, del presidente de la República Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y de sus familiares.
La ceremonia militar estuvo encabezada por las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, el Héroe del Trabajo Lázaro Expósito y la vicepresidenta del Consejo de Estado Beatriz Johnson,
ambos miembros del Comité Central.
Para la tarde de este sábado está prevista también una gala cultural, en el teatro Heredia, particularmente dedicada a Frank País García, quien con solo 22 años fue asesinado por esbirros de la dictadura de Batista, el 30 de julio de 1957, en un vano intento por acabar con su liderazgo en las luchas revolucionarias y con la efervescencia patriótica que vivía Cuba por aquellos años.
En el homenaje artístico no faltará la evocación a otro grande de Santiago de Cuba: Antonio Maceo, ejemplo de intransigencia revolucionaria y valor a toda prueba, así como a aquellos cubanos que ofrendaron sus vidas en el cumplimiento del deber internacionalista con otras naciones hermanas.
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