¿Qué se puede esperar de una cumbre de la alianza militar más poderosa del planeta? Según los reportes de la prensa sería preocupación ante los desencuentros, chistes y una vez más el increíble comportamiento del presidente estadounidense Donald Trump, incluso con sus aliados.
El encuentro se realizó en Londres los días 2 y 3 de diciembre con motivo del 70 aniversario de la creación de la Organización del Atlántico Norte (Otan) “ante el peligro del comunismo” y el mandatario de la Casa Blanca no perdió la oportunidad para dejar bien claro que la proclamada unidad de la alianza es pura propaganda.
Calificar de hipócrita a uno de sus colegas mandatarios y a otro de repugnante, así como realizar un encuentro exclusivo con los miembros que más gastan en defensa y exigir al resto que cumplan con la cuota establecida, fueron solo algunos de los momentos que dieron “trigo” a la prensa internacional.
El calificativo de hipócrita se lo endosó al primer ministro canadiense Justin Trudeau y el de repugnante al presidente francés, Emmanuel Macron, además de algunas excentricidades que demuestran su concepto de “estadista”.
Corregir, eso sí, lo esperado; las divisiones existentes dentro de la organización en torno al gasto de defensa y las tensas relaciones de los miembros con Turquía dada la independencia en su forma de actuar.
La foto que recorrió el mundo, muestra a los mandatarios de Canadá, Turquía y el anfitrión, Boris Johnson, cuando “intercambiaban según infieren “chismes” sobre su colega estadounidense y risas cuando Trudeau que Trump “llegó tarde por una conferencia de prensa de 40 minutos”.
El mandatario estadounidense respondió. En un encuentro con la canciller alemana Angela Merkel, insinuó que «esas declaraciones se debieron a que lo critiqué por el hecho de no pagar el 2% (a la Otan) y me parece que eso no le gustó”, dijo.
Horas antes Trump había atacado al presidente francés por sus declaraciones “francamente repugnantes” a la revista The Economist sobre la salud de la Otan, al calificarlas de estar en “muerte cerebral”. Después dijo que el mandatario galo se había retractado lo cual fue desmentido de inmediato por Macron.
Además de la risa, preocupaciones
El encuentro no solo provocó risas, sino preocupaciones, y muchas, ya que se trata de una poderosa organización militar con las armas más modernas, incluidas las nucleares, y sin un enemigo real, visible que verdaderamente amenace a los países miembros.
El documento final fue breve, pero amenazante, al igual que las declaraciones previas del secretario general de la Otan, John Stoltenberg, días antes en Bruselas.
“El espacio es esencial para las líneas de defensa y disuasión, para la comunicación y la navegación de alerta temprana. Alrededor de 2 mil satélites orbitan la Tierra en estos momentos y aproximadamente la mitad son de países de la Otan», destacó.
El secretario apuntó también que «reconocer el espacio como un dominio operativo sería una señal clara de que continuamos fortaleciendo la disuasión y la defensa en todas las áreas».
Los gastos militares totales de los Estados miembros de la Otan aumentarán en 400.000 millones de dólares para finales de 2024, comunicó el secretario general de la Alianza, días antes.
Los críticos de Macron se burlan de él asegurando que está borracho de poder y de protagonismo. Polonia se alarma ante la mera idea de separarse de Estados Unidos y perseguir la distensión con Rusia. Otros países, como Italia y España, están demasiado ocupados en solucionar sus problemas internos como para desplegar una gran visión global.
Alemania es consciente de que los tiempos en los que podían contar con la ayuda de otros han terminado. No hace mucho, la canciller federal, Angela Merkel, insistía, como Macron, en que los europeos deben «tomar su destino en sus manos». Autonomía y control implican poder y responsabilidad
Debe recordarse que en 1991 desapareció el único rival de la Alianza, el Pacto de Varsovia. Esa profunda pérdida de sentido es abiertamente debatida por los politólogos y militares de toda Europa.
Muchos expertos consideran que la Otan se ha convertido en una proyección del proyecto internacional de EE.UU., donde se percibe un problema de liderazgo y una errática política exterior.
La Otan sigue considerando a Rusia como su principal amenaza exterior, como hace 70 años a la Unión Soviética, pero los principales enemigos que acechan a la Alianza Atlántica están en su interior, señalan algunos expertos, quienes recuerdan que “los imperios siempre se desbaratan desde dentro”.
El viejo orden se está muriendo
Pasadas tres décadas, los supuestos triunfadores ya no creen en su éxito. Por el contrario, piensan que el orden mundial que ellos mismos crearon no existe más. Así lo expuso el documento de la tradicional Conferencia de Seguridad de Múnich realizada en febrero, que resume las alarmantes preocupaciones de los principales líderes occidentales.
“Lo viejo está muriendo porque el liderazgo de EEUU ya no está garantizado. Sin embargo, hay algo que se mantiene inmutable en la vieja alianza de 70 años: hoy como ayer, la Otan sigue considerando, como su primer riesgo externo, contener la Rusia de Putin, y reclama medidas mucho más fuertes contra Moscú», de acuerdo con el informe reseñado.
Han pasado 70 años. Ya no existe la URSS, terminó la Guerra Fría, se cayó el muro de Berlín y algunas otras verdades demuestran que el mundo ha cambiado por completo. El mundo contempla a una China como potencia económica mundial frente a un débil liderazgo estadounidense, a una Europa desunida y con un Brexit. La Alianza mantiene una idea fija: Rusia es el enemigo.
Ni siquiera en la foto de “familia” hay amplias sonrisas y salvo la protocolar cena, no hubo actividades festivas por el aniversario.
La decisión de la OTAN de aumentar drásticamente el presupuesto manifiesta su deseo de dominar no solo Europa, sino también el Oriente Medio, declaró horas después de la clausura de la cumbre el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
La Otan aprobó en su última cumbre en Londres aumentar el presupuesto de la alianza, que es «diez veces mayor que el presupuesto militar de Rusia», señaló al término de un encuentro internacional en la capital eslovaca.
«Contamos con una respuesta a todas las amenazas que la Alianza está multiplicando en el mundo, apuntando directamente a que Rusia, junto con China, es el blanco de las mismas. Sabemos cómo responder a estas amenazas sin dejarnos arrastrar por la carrera armamentista, pero a la vez garantizando nuestra seguridad de manera más sólida. En contraste con los enfoques unilaterales hacia el espacio ultraterrestre y el ciberespacio, Rusia promueve iniciativas que no dictan reglas a los demás” concluyó el Canciller ruso.