Trabajadores comparte con sus lectores fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto central nacional por el Día del Constructor, celebrado en la escuela formadora de maestros Presidente Allende, en la zona de Altahabana, La Habana, el 5 de diciembre de 1974. Un sencillo homenaje para los creadores de maravillas, los dignos hombres de los cascos blancos como los calificara Fidel.
Construcción: sector muy básico para el desarrollo del país
Las prioridades, desde luego, las tienen las construcciones económicas, de todas, la prioridad número uno la tiene las construcciones económicas. Es decir, construcciones de fábricas, construcciones agropecuarias, etcétera, esas tienen la prioridad número uno en nuestro programa de construcción. Digamos que la dos la tiene educación; la tres la tiene salud pública. Así, por ese orden.
Pero las construcciones que hay que hacer en los próximos años son muchas, son muy grandes. Esa es la enorme importancia que tiene para el país el sector de la construcción. Es un sector muy básico. Si el sector de la construcción no se desarrolla, no se desarrollan los demás sectores. Fíjense bien, si el sector de la construcción no se desarrolla, no se desarrollan los demás sectores. Si se va a desarrollar, por ejemplo, la industria básica, la producción de electricidad, pues depende de todas las unidades eléctricas que construyan ustedes.
Que ahora estamos haciendo termoeléctricas, y después tenemos que empezar ya en el próximo quinquenio a construir la primera central atómica….Todas las plantas mecánicas que se requieren, todas las plantas químicas que se requieren hay que construirlas. El mismo sector de la construcción requiere fábricas de cemento, canteras de piedras, de elementos para la construcción de todas clases. Hay que construirlas.
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De modo que, tanto el sector educacional, como el sector de la medicina, como el sector de la agricultura, como el sector de la industria básica, como el sector de consumos y servicios, como las necesidades de agua para la agricultura, como las necesidades de agua para la población, de drenaje, de acueductos, de viviendas, todo eso tiene que salir de mano de los constructores. De modo que hay que desarrollar este sector para que todos los demás se puedan desarrollar. Y este sector se viene desarrollando mucho en los últimos años.
Incorporación de la mujer a la Construcción
Este es uno de los sectores que más debe crecer en los años futuros. ¿De dónde vamos a sacar la fuerza de trabajo? No cabe duda de que no queda otro recurso que incorporar también mujeres al sector de la construcción (APLAUSOS).
Ya en la práctica se está demostrando que en muchas actividades —sobre todo en el acabado de obras y en otras tareas de la construcción— hay puestos de trabajo que las mujeres pueden desempeñar perfectamente bien, y en algunos casos, incluso, con más esmero, más cuidado que el hombre; en algunos de esos trabajos con más productividad que el hombre. Significa que nosotros tenemos que estudiar muy bien todos los puestos de trabajo en el sector de la construcción que puedan ser desempeñados por mujeres.
Y esto, si es necesario en este quinquenio, todavía lo será más en el otro, porque las necesidades de construcción crecen mucho, tendremos más piedra, más arena, más cemento, más de todo. Pero la fuerza de trabajo es un factor fundamental; la fuerza de trabajo, su número, su organización y su calificación.
De modo que hay que realizar un especial esfuerzo por la incorporación de la mujer a las actividades constructivas…Un país desarrollado necesita eso, o un país que se desarrolle, que quiera desarrollarse, necesita la incorporación de la mujer a las actividades productivas.
Pero además, todo el problema de la liberación de la mujer, de la plena igualdad de derechos de la mujer y de la integración de la mujer a la sociedad, está en gran parte determinado por su incorporación al trabajo. Porque en la medida en que se incorpora al trabajo, ayudando a la sociedad, ayudando a la familia, entonces surge la necesidad de resolver todos esos problemas de que se ha estado hablando recientemente en el Congreso de Mujeres. Y se hacen patentes muchos problemas; se hace más evidente la desigualdad que realmente todavía la mujer padece en nuestra sociedad, la discriminación de que todavía es víctima la mujer en nuestra sociedad. En la medida en que se incorpore al trabajo el camino de su liberación será mucho más obvio y mucho más fácil.
Los dignos hombres de los cascos blancos
¡Y qué situación tan diferente en el socialismo! El trabajo del constructor se eleva, adquiere un especial aprecio de toda la sociedad. Y se puede ver el trabajo del constructor en toda su nobleza y en toda su importancia, cuando se dice que del trabajo del constructor dependerá el desarrollo de todos los demás sectores del país. Y entonces el trabajo del constructor adquiere ese aspecto noble y hermoso que tiene hoy en nuestra patria. Porque son los creadores de todas estas maravillas: de nuestras escuelas, de nuestros hospitales, de nuestros centros de producción; son los creadores de nuestro desarrollo agropecuario, de nuestro desarrollo industrial; y de sus manos, de su trabajo viene el cambio, viene la base material que necesita nuestra sociedad. Ustedes son los creadores de la base material de la sociedad, que van construyendo cuanta obra se necesita en cualquier aspecto de la vida del país. Y entonces ya el hombre de la construcción tiene otra apreciación, se le mira con otros ojos, se le mira como verdaderos creadores: ¡los dignos hombres de los cascos blancos! (APLAUSOS) Esos cascos se convierten en un símbolo de los trabajadores de vanguardia, de los trabajadores que van abriendo paso al futuro de la patria.
Internacionalismo
Y hemos hablado de nuestro trabajo aquí, pero también tenemos constructores no solo aquí. Tenemos constructores que han ido a otros países, como la brigada que fue al Perú a construir allí los policlínicos, ocasión en que perdió la vida nuestro heroico compañero Berovides (APLAUSOS). Y construyeron allí rápidamente muy buenos hospitales, que obreros técnicos de la construcción habían diseñado aquí y otros habían producido sus componentes. Obreros del transporte los llevaron hasta Perú; y obreros de la construcción los montaron allí en cuestión de semanas, como ayuda de Cuba a ese pueblo hermano después del terremoto.
También obreros de la construcción han estado en la República Democrática de Guinea construyendo distintas obras. Han hecho varios aeropuertos. Ahora van a construir o están construyendo ya una carretera. Y de igual modo nos sentimos orgullosos de que cuando llegó la hora de la reconstrucción de Viet Nam, allí está también la presencia de Cuba con un contingente de más de 500 trabajadores de la construcción (APLAUSOS). Están construyendo vaquerías, centros avícolas, una carretera, deberán construir también un hospital y están construyendo un hotel a toda velocidad. Y es a toda velocidad, porque los vietnamitas quieren su hotel terminado para el Congreso del Partido el año que viene. Y debemos señalar, que una gran parte de las piezas de ese hotel se llevan desde aquí, se producen en Cuba (APLAUSOS) y las transportan nuestros barcos, y se están montando allá por nuestros obreros de la construcción. Y esas construcciones no aparecen en estos datos. Cuando decimos, tantos millones tal año y tanto más cual, no están las construcciones que estamos haciendo fuera; pero desde luego, no tenemos la menor duda de eso y con verdadera satisfacción dedicamos un poquito de nuestros recursos, a ayudar a los compañeros vietnamitas. No por eso el país está construyendo menos, está construyendo mucho más que nunca; casi ha cuadruplicado en cuatro años las construcciones. Y además, estamos haciendo un pequeño aporte al pueblo de Viet Nam.
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Cuando un país tiene hombres capaces de ir al otro extremo del mundo a construir, es porque ese país ha avanzado mucho política, cultural y revolucionariamente (APLAUSOS). Y aquí cuando se piden constructores para Viet Nam, son muchos los que quieren ir, todo el mundo quiere ir a Viet Nam. Las discusiones son para explicarles que no, que los que tienen que ir son 500 y no más. Son miles, son decenas de miles los hombres y las mujeres en este país, dispuestos a prestar sus servicios internacionalistas. Y el país gana con eso. A la vez que ayuda a los demás se ayuda a sí mismo, porque forja un espíritu indispensable para el progreso y para el éxito de los pueblos. Cuando se tienen hombres capaces de trabajar en Viet Nam, con entusiasmo, con heroísmo, se tienen hombres capaces de trabajar aquí también, de la misma forma.
No debemos olvidarnos como un día cuando se planteó dar una contribución, para ayudar al hermano pueblo chileno, en aquel momento estábamos haciendo uso de un espíritu, de un sentimiento de solidaridad hacia otro pueblo. Y, sin embargo, ahora cuando vino la sequía y fue necesario optimizar la zafra y los precios subieron, ese mismo espíritu sirvió para que el pueblo de Cuba se ayudara a sí mismo, porque ya es esa conciencia, ¿no? Y lo que hizo un día por ayudar al hermano, lo hace ahora también por ayudarse a sí mismo. ¡Y el pueblo que no es capaz de ayudar a los demás, no es capaz de ayudarse a sí mismo! (APLAUSOS)
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Y porque tenemos hombres y mujeres capaces de ir a Viet Nam y trabajar allá con el heroísmo y con el entusiasmo con que trabajan, sabemos que tendremos aquí los hombres y las mujeres que hacen falta para construir nuestro país, porque de esta madera, de ese espíritu se están forjando nuestras fuerzas de constructores. Y la patria podrá tener confianza en ellos, porque son capaces de hacer y de crear aquí y allá, allá y aquí. (…)
(Fuente: Fidel Soldado de las Ideas)
Constructores de proezas y sueños
Con motivo de la celebración del Día del Constructor, Carlos Antonio de Dios Oquendo, secretario general del SNTC, expresó que los trabajadores demuestran en cada jornada el firme compromiso hecho para contribuir al fortalecimiento del proceso revolucionario y al desarrollo del país. (Leer más)
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