Desde el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) Ludovico Silva, en Santa Rosalía, Venezuela una de las 22 parroquias del municipio Libertador en el Distrito Capital, una representación de los más de 20 mil colaboradores cubanos de la Misión Salud, en esta hermana nación, ratificaron el compromiso de continuar junto a su pueblo enfrentando los retos de la guerra económica de los Estados Unidos y procurando el mejoramiento de los servicios que prestan.
[custom_gallery source=»media: 189109,189110,189111,189112,189113″ limit=»7″ link=»lightbox» width=»450″ height=»470″ title=»always»][custom_gallery source=»media: 27318,27320,27319″][/custom_gallery]Lo hicieron en ocasión del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, este primero de diciembre, batalla en la que participan junto a sus colegas nacionales con acciones que responden a los programas sociales enarbolados por la Revolución Bolivariana y su presidente constitucional Nicolás Maduro Moro y que procuran elevar el nivel de vida de las personas más humildes, a quienes se les garantiza gratuitamente el acceso a estas prestaciones.
La doctora Dagnis Romero Carrazana, directora nacional para la Higiene y la Epidemiología de la Misión Cubana en Venezuela, a propósito del lema: Las comunidades marcan la diferencia, que presidió esta celebración auspiciada por la Organización Mundial de la Salud, relató cómo los misioneros cubanos se integran a estas acciones preventivas en los barrios caraqueños y de todo el país.
Al respecto, significó la participación del personal de salud integrado a Barrio Adentro I, que “insertado en las comunidades ofrece salud a los grupos poblacionales más vulnerables y desposeídos practicando la solidaridad con hechos” y ratificó “la firme decisión de seguir apoyando desde los barrios la igualdad de derecho a la atención, el diagnóstico y el tratamiento a las personas afectadas con el VIH e impulsar el programa de prevención y control de la epidemia en el país”.
Y Cuba tiene suficientes méritos en esta área para augurar el triunfo, entre los que destacan el reconocimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) “como uno de los países menos afectados por el VIH en la región, gracias a la existencia de un sistema de salud sólido, funcional y gratuito”, según consideró Myrta Kaulard, representante en Cuba del PNUD, en el marco del II Congreso de Promoción de Salud celebrado en el 2016.
El Programa Conjunto de la Organización de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) también ha hecho elogios a la labor de Cuba en esta encomienda social, y “la OMS ha ratificado la certificación por eliminar la trasmisión de esa enfermedad de madre a hijo y la sífilis congénita” y su Comité de Expertos a cargo de la validación destacó como un logro impresionante en materia de salud pública que la Isla mantuviera de manera ininterrumpida esa condición desde que se le otorgara en el año 2015”.
También el currículo incluye “ser la nación de América Latina con más baja prevalencia de VIH/sida, mantener el control en la transmisión en menores de 14 años, varones y mujeres heterosexuales y la detección precoz de la enfermedad”, y que “en la actualidad los casos pueden ser diagnosticados en cualquier parte del territorio nacional, lo cual permite la optimización de los recursos y una atención médica más rápida y efectiva”.
El mérito se acrecienta, al lograrlo “a pesar de los efectos adversos del recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos -el cual provoca considerables carencias materiales al sector de la Salud Pública de la Isla-, la experiencia cubana ha puesto en evidencia como la voluntad gubernamental, unida a un enfoque integral y participativo puede incidir de manera positiva en la prevención del VIH, así como en proporcionar una vida digna a las personas con VIH o SIDA”.
Sin chovinismos, pero con la satisfacción y el orgullo del enaltecedor tránsito por esta ruta de beneficio humano, los colaboradores cubanos de la salud en Venezuela conmemoraron la fecha seguros de que también les sonreirá la victoria.
