Sectores de la derecha y la extrema derecha del viejo continente introdujeron el texto en el debate de la Eurocámara titulado Casos de violaciones de los Derechos Humanos, de la Democracia y del Estado del Derecho, presentando al ciudadano José Daniel Ferrer como un detenido político y punta de lanza del nuevo ataque a la revolución cubana.
El intento de sentar a la isla en el banquillo de los acusados terminó de la misma manera que tantas veces antes, en una tribuna en la cual personas honestas expusieron y defendieron las verdades de un país pequeño, que no compra conciencias y sabe agradecer a quienes prefieren andar por el camino de la dignidad y la razón.
La resolución que pide la libertad de Ferrer y acusa a la mayor de las Antillas pasó, pero antes fue sepultada con toneladas de argumentos y su único beneficiario expuesto: el gobierno de Estados Unidos en su empeño de destruir a la revolución que no ha podido doblegar 60 años después.
‘La derecha y la extrema derecha siguen sin aceptar que la infame posición común del señor Aznar ya se acabó, e insisten en hacer de mayordomos del señor Trump’, advirtió el eurodiputado Manuel Pineda.
Hoy nos traen un texto en el que instrumentalizan la detención y el proceso judicial con todas las garantías de un delincuente acusado de secuestro y con un largo historial de delitos, incluida una paliza a su ex mujer embarazada, señaló en una de las primeras intervenciones de la plenaria.
De acuerdo con Pineda, en Cuba la oposición actúa con total normalidad, a diferencia de países como Colombia, Chile, Ecuador y Bolivia, después del golpe de Estado, donde sí es perseguida, reprimida, detenida y a veces asesinada.
No encontrarán imágenes de la policía cubana haciendo lo que vemos a diario en esas ‘democracias ejemplares’, subrayó
Sus mensajes para quienes hablaron antes y después fueron sencillos: ‘Cuba existe’ y ‘sean demócratas’.
También contundente resultó la intervención del eurodiputado Mick Wallace, quien afirmó en la sesión que Ferrer es en realidad un instrumento para atacar a la isla e impedir sus relaciones normales con Estados Unidos.
Lo arrestaron como sospechoso del secuestro y la hospitalización por golpiza de otra persona, es un agitador conocido por su historial violento y vínculos con Washington, agregó.
Para el irlandés integrante de Independents 4 Change, de lo que se trata con esta maniobra, resolución de urgencia incluida, es de justificar nuevas sanciones contra un país bloqueado, blanco de la política de cambio de régimen promovida por la CIA y del siniestro plan de sembrar hambre y desesperación para lograr su objetivo.
Su coterránea Clare Daly se sumó al rechazo a la resolución con una firme condena al contenido y la intención del ultrajante texto.
Es una iniciativa falsa, porque Ferrer es un detenido que espera juicio por crímenes violentos, a quien se han respetado sus derechos; con la que se pretende aislar al gobierno y al pueblo cubanos para acompañar a Estados Unidos en su creciente hostilidad, denunció.
Por su parte, la europarlamentaria portuguesa Sandra Pereira calificó la resolución aprobada de un ejercicio lamentable y una injerencia en los asuntos internos de la isla y su pueblo, violando de manera clara el Derecho Internacional y los principios de la ONU.
Rechazo a acusaciones a injerencia cubana
Varios eurodiputados expresaron particular rechazo al discurso de colegas de la derecha y a un punto de la resolución, atribuyendo a Cuba una alegada interferencia en América Latina, precisamente uno de los pretextos preferidos por Washington para recrudecer su bloqueo y su agresividad.
Para Pinera, no puede llamarse de otra manera que ridícula tal postura contra un país reconocido en el planeta por su solidaridad.
La única intervención de Cuba en la región y en otras partes del mundo es con tropas de maestros y médicos, no como hace Estados Unidos en Iraq, Libia y Siria, que poco parece interesarles a los autores de este texto, acotó.
Al respecto, Daly consideró ultrajante que los que se presentan como campeones de los derechos humanos y apoyan el intervencionismo estadounidense y a sus marionetas no electas en Bolivia y Venezuela, se atrevan a llamar injerencia la ayuda de la isla a América Latina en salud y educación.
‘Saludo el excelente trabajo realizado por el gobierno de Cuba’, sentenció.