Esta violencia impacta no solo en las comunidades, sino que tiene consecuencia para la paz y la seguridad internacionales, y es empleada como una táctica de guerra.
La violencia sexual contra las mujeres en situaciones de conflicto es el mayor silencio de la historia, lo cual beneficia a los culpables y aísla a las víctimas.
Así destacó la representante especial del secretario general de la ONU sobre la violencia sexual en los conflictos, Pramila Patten.
«Hay que lograr justicia y rendición de cuentas ante esos delitos, abordar las causas profundas de la violencia contra ellas como la desigualdad de género y la discriminación, y brindar mayor asistencia y apoyo a las víctimas», convocó.
«También, urge acabar con el estigma que rodea a estas mujeres y trabajar más en la prevención», resaltó Patten.
Por su parte, la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, indicó que todos debemos trabajar aún más para acabar con la violencia contra ellas y trazar acciones para mantener los 365 días del año.
«Eliminación de la violencia son palabras clave, esa es la principal tarea y para lograrla, debemos acabar con las desigualdades y la discriminación», recalcó.
«Las violaciones a las mujeres no son algo aislado y tienen consecuencias a largo plazo, visibles e invisibles», advirtió Mlambo-Ngcuka.
«A veces se castiga a las mujeres por haber sido víctimas de violaciones, ellas suelen ser muy discriminadas y, por eso, este es un delito que no se denuncia mucho», lamentó.
«Queremos que acabe esa cultura que trivializa la violación y, en ese sentido, la ONU es una plataforma para abordar esa violencia contra las mujeres a través del marco multilateral», subrayó en una reunión celebrada en la sede el organismo multilateral en Nueva York.
Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, luego de que así lo estableciera una resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU en el año 2000.
Esta fecha destaca la importancia de que los Gobiernos, organizaciones internacionales y no gubernamentales tomen acciones y coordinen iniciativas que eleven la conciencia pública sobre este flagelo y permitan acabar con él.
