Si bien en estas tres décadas se produjeron grandes avances históricos, muchos niños aún no han sentido el impacto positivo, indica el reporte de esa agencia de la ONU. De acuerdo con ese documento de Unicef, la tasa global de mortalidad de menores de cinco años disminuyó en aproximadamente un 60 por ciento en los últimos 30 años; y la proporción de los que están en edad escolar primaria y no asisten a la escuela se redujo del 18 al ocho por ciento.
Muchas promesas y esperanzas esbozadas en la Convención sobre los Derechos del Niño siguen pendientes de cumplirse para los menores más pobres y vulnerables, lamenta Unicef.
En todo el orbe, millones de menores de edad están amenazados por la pobreza y la discriminación debido a los conflictos armados, el aumento de la xenofobia y la crisis de migración y de refugiados.
Asimismo, otros nuevos peligros aparecen en el horizonte para los niños, como el cambio climático y el acoso cibernético, resaltó la directora ejecutiva de la Unicef, Henrietta Fore.
Al adoptar la Convención sobre los Derechos del Niño, hace 30 años, todos los países reconocieron la vulnerabilidad única de esa población y se comprometieron a proporcionarles alimentos, atención médica, educación y protección.
Ese texto definió un compromiso global vinculante con los derechos inherentes de cada niña y niño.
Además, la Convención ha tenido una importante influencia en las legislaciones de Estados de todo el orbe al imponer principios como el del mejor interés del niño o el derecho a su participación en las decisiones que conciernen a su vida.
( Tomado de PL)