En momentos en que el país acomete un amplio y costoso proceso de modernización del ferrocarril y justo el día en que se cumplen 182 años de ser inaugurado entre La Habana y Bejucal el primer tramo de vía férrea de Iberoamérica, una representación de los trabajadores de ese ramo del transporte en la isla firmó su Código de Ética.
Y lo hicieron en el recién inaugurado Museo del Ferrocarril Cubano, en lo que fuera la terminal de Cristina, en La Habana, ocasión en que con su firma los trabajadores del sector se comprometen con elevados preceptos de conducta, imagen y disciplina, principios y pautas morales de innegable valor.
El 19 de noviembre de 1837 quedó inaugurado el citado primer tramo de ferrocarril iberoamericano. En esa ocasión el tren inició recorrido desde el desaparecido Apeadero de Garcini, detrás de lo que hoy es el mercado de Carlos III.
Los firmantes en esta ocasión lo hacen en nombre de los miles de ferroviarios de todo el país, aunque, se conoció, el documento de ética llegará a todos los colectivos para que cada trabajador estampe su firma de compromiso, un proceso impulsado por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y Puertos.