La segunda fase de la 59 Serie Nacional de Béisbol, finalmente ya con los cinco refuerzos definitivos en cada conjunto, comienza a lanzar un grito de desesperación para Las Tunas, Industriales y Cienfuegos, necesitados de no perder más subseries y estabilizar sus rendimientos en la lucha del cuarto puesto hacia los play off, pues Camagüey, Santiago de Cuba y Matanzas andan con pies firmes en el trío de vanguardias.
Los actuales monarcas, los Leñadores de Las Tunas, solo han podido cumplir la tarea de triunfar en los enfrentamientos particulares con Industriales par de veces. Al resto de los elencos apenas les han podido ganar un partido y su arma poderosa, la ofensiva, debe funcionar más con corredores en base si quieren anotarse las victorias que le aseguren pelear por su segundo título en nuestros clásicos.
En el caso de los Elefantes cienfuegueros, su mentor Alaín Álvarez ha sorteado contra viento y marea la tempestad de una primera vuelta sin Pável Quesada y César Prieto, dos pilares con el madero y que andaban por el Premier. No obstante, logró estropearles el paso a matanceros y tuneros, gracias al brazo salvador de Miguel Lahera. En lo adelante dependerá mucho de lo que puedan aportar en los últimos 27 juegos tres serpentineros: Lázaro Blanco, Misael Villa y César García. La ausencia final de William Saavedra (lesión) es quizás lo más lamentado por los sureños, sin dudas, el equipo eléctrico de esta temporada.
La capilla más ardiente dentro de este trío de conjuntos para entrar a la semifinal la tienen, sin discusión, los Leones de la capital. Con apenas cinco éxitos en sus últimas 16 salidas, no hay nada que desee más Anglada que el bateo de Yordanis Samón y Frederich Cepeda haga renacer a sus discípulos, al tiempo que Vladimir Baños haga una pareja de éxitos con Erlis Casanova y comiencen a salir las sonrisas. Del trío mencionado, el S.O.S. más urgente lo lanzan sus fanáticos azules. De no dominar a los yumurinos en el Estadio Latinoamericano esta semana podrán ir preparando las maletas para el sexto escaño.
Finalmente, la interpretación de algunas estadísticas vuelve a enseñarnos lagunas y resquicios dentro de cada número. Desde que quedaron seis conjuntos, se han cometido 86 pifias (a dos por partidos), sin embargo, el promedio defensivo de esta etapa es muy bueno: 977, con dos conjuntos por encima de 980: Las Tunas y Matanzas. ¿Se fildea mejor ahora o muchos errores se están anotando hits? ¿Hay más anticipación de los jugadores a los batazos para mejorar la defensa? ¿Se entrena más la defensa hoy que en las dos últimas campañas?
Muy relacionado con la anterior resalta siempre la efectividad de los receptores atrapando corredores. En sentido general el 44,5 de los estafadores ha sido puesto out intentando robar una base, siendo los cátcheres de Camagüey, Santiago de Cuba y Cienfuegos los más respetados. Del lado contrario, los mejores a la hora de ganar una almohadilla por esta vía son los matanceros, con 28 incapturables en 32 ocasiones. ¿Hay o no crisis en esa posición, netamente defensiva?
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