El 16 de noviembre, residentes y visitantes en La Habana y del mundo asistirán a uno de los regalos más hermosos concebidos desde la obra musical del maestro Frank Fernández, como regalo a la ciudad a la cual también considera una novia, por su aniversario 500.
En exclusiva a Tribuna de La Habana el destacado compositor y Maestro Frank Fernández se refiere a la obra musical compuesta para el diseño de los 16 000 fuegos artificiales que alumbrarán desde el Capitolio habanero al término de la velada por el aniversario 500 de la Villa de San Cristóbal, el próximo 16 de noviembre.
Estas declaraciones permiten conocer cuánto de hermoso puede advertirse en la grandeza de este genial creador que refiere con profunda admiración el trabajo realizado por el diseñador Georges Wade, y expertos de la empresa Fireworks FX, para dibujar la música de Frank, en derredor del Capitolio Nacional.
¿Cómo fue concebido este trabajo y cuál es su génesis?
“Fue un proceso difícil, pero debo ser honesto y decir que más difícil fue imaginarme cómo saldrían esos fuegos artificiales que saldrían a iluminar simultáneamente cada nota de mi música. Ha sido posible por el trabajo del diseñador Georges. Porque de cualquier manera eso surgió en los 500 años de Santiago de Cuba, cuando vi aquellos fuegos artificiales sobre la bahía de Santiago, hermosos…, pero no sincrónicos con una música. Le pregunté al presidente de la empresa italiana (Fireworks FX), porque esa belleza sería algo extraordinario si se pudiera sincronizar con una música y respondió Sí, yo creo que sí; entonces llamó a Georges y otros programadores y aseguró: Sí, es posible.
“El trabajo de George y los programadores, basado en mi música, fue más difícil que componer la música. Porque yo la concebí basado también en algunos ejemplos de Canadá, Estados Unidos y algunos países que han logrado este momento sublime: de que cada nota sea reflejada por una luz en el cielo. Imaginé cómo tendría que ser esa música. Utilicé algunos partes, elementos de música compuesta por mí, para darle una legitimación cercana a La Habana, a Cuba.
“Estamos hablando de 16 000 fuegos artificiales en cinco minutos. Es verdad que fue difícil, incluso imaginé lo que podría hacer el programador, pero nunca, nunca sospeché que el trabajo en su conjunto sería de tal mérito musical. De verdad es algo que… ¡Mira que soy imaginativo, soñador!, que trabajé con ellos para ponerme al servicio, pero no podía calcular este resultado tan hermoso logrado por estos programadores de la computación.
“A pesar de que ellos aseguran que la música se los facilitó; pero les garantizo que, sin falta de modestia, la música es buena, pero la programación resulta impresionante. Hay momentos que incluyo fragmentos de obras mías anteriores; compuse música original para este evento e incluí los tambores batá.
“Puse los tambores batá, tratando de incorporar elementos nuevos, de cubanía, sobre todo para este momento de celebración de 500 años de la maravillosa novia que es La Habana, para mí y para muchos. No pensé que fueran a programar exactamente y lo están, el toque de los tambores batá en esas luces sobre la cúpula y el techo del Capitolio Nacional. ¡Y las luces tocan los tambores batá!”
¿Cómo describe, con cuál sentimiento, este aniversario de La Habana?
«Es el sueño a conquistar de un joven de 15 años, la alucinante diversidad que me brindó La Habana; la novia y aclaro: después de Alina o junto con mi esposa Alina; que realmente no es el 500, sino toda mi vida. En realidad, comencé rindiendo homenaje, el 8 de enero (pasado) en el MorroCabaña. Allí inicié con Tres Alamedas, con la ayuda del Maestro Ulises Aquino, de Laurita (Laura Ulloa), la gran soprano nueva pero maravillosa; y no he parado. Cerré la Fiesta de la Cubanía, en Bayamo, en dos horas y media y me fui a Holguín, a la Fiesta Iberoamericana. No conté el tiempo, si fueron tres horas. Y creo que todos esos homenajes han sido para La Habana, antes del 500 y después del 500, mientras tenga fuerzas para seguir agradeciéndole con mis sonidos y mis silencios a esta capital maravillosa”.
(Tomado de Tribuna de La Habana)