Mirar a lo profundo, a los ojos de un empresario extranjero, y de varios; escuchar sus convicciones y apreciar el verdadero interés por negociar con homólogos criollos, confirma que Cuba sigue acompañada y que el bloqueo es un engendro absurdo e infecundo.
En las circunstancias que impone Estados Unidos es razonable que la participación en la XXXVII Feria Internacional de La Habana (FIHAV) 2019 haya sido menor, pero se comprobó un interés ferviente de firmas, compañías y empresas del exterior por invertir en los programas cubanos de desarrollo, gestionar negociaciones y consolidar inversiones.
En estos cinco días observé los stands de las empresas cubanas colmados de reuniones, más de una y hasta tres a la vez en cada pequeño espacio. Los del ron y el tabaco, productos emblemáticos; los de la industria farmacéutica y biotecnológica, que se van imponiendo, y otros menos conocidos como las de tecnologías agrícolas, las producciones citrícolas, frutícolas, cafetaleras y ganaderas, por citar ejemplos, estuvieron desbordados.
No hay bloqueo que taje ese empuje cuando está abierta, con todas las facilidades y garantías que ofrece el Gobierno cubano, una amplísima Cartera de Oportunidades a la Inversión Extranjera. Hay obstáculos, golpes bajos, prejuicios, no obstante, los más arriesgados o fieles querrán explorar y poner su sello en este suelo.
“Estamos presentes en casi todos los sectores de la sociedad cubana. Nadie nos para, menos ahora por una situación coyuntural; las coyunturas pasan, ya hemos visto eso antes en Europa o cualquier otro país”. Y el doctor Carlo Capanucci, asesor técnico comercial de la firma italiana Farma Venda corta con la mirada las dudas de mis inquisiciones.
“Casi 47 años en Cuba nos hacen conocedores del mercado, las expectativas y las necesidades de sectores claves por modernizar planteles industriales, tecnológicos o adquirir insumos productivos. Invertimos donde es posible, y no tenemos contradicciones en los negocios. Nadie nos quita ese derecho”, reafirmó el empresario.
No fue el único que habló con tales convicciones. Llamó la atención el fervor con que defienden sus propuestas de inversión. Canadienses y mexicanos llegaron con la proposición de suministrar tecnologías para las casas de cultivos protegidos, una oportunidad de negocios que brinda el Grupo Agrícola para desarrollarlos en 100 hectáreas, que aumentarán la producción de vegetales, el suministro al turismo y la exportación.
Los especialistas cubanos “se batieron” por cambios en el techado; indagaron por tal o cual calidad e inocuidad de los materiales y elementos que conforman esas tecnologías, pusieron condiciones; al final, la negociación fluyó positivamente y seguirá su curso.
Admirada por tanto empeño, pregunté a uno de aquellos cuatro hombres qué los mueve hacia Cuba. La respuesta fue tajante: “Cualquier semilla plantada en Cuba fructifica”. Y argumentó: “La agricultura es competitiva, está a la vanguardia en Latinoamérica. Tiene fecundos resultados científicos y un capital humano altamente calificado, conjunto de virtudes difíciles de encontrar en otro país”, dijo Sergio Tapia, director de la empresa mexicana Quimcasa.
Unos minutos en la entrada del Pabellón cubano en Expocuba son suficientes para percibir el interés mundial por esta isla grande, por su gente, por su economía. Los empresarios llegan cargados de ideas, de documentos, de planes, algunos los van hablando con sus colegas mientras caminan. Por allí también pasaron personalidades políticas internacionales, de esas que se reconocen con un vistazo, y nos dejan haciendo comentarios de admiración.
En Expocuba coincidieron, en solo cinco jornada, más de 4 mil empresarios, hombres de negocios y emprendedores de distintas latitudes —más de 60 países—, unos por conocer las oportunidades que ofrece Cuba, otros por echar un vistazo a lo que trajo el mundo a nuestros predios.
FIHAV 2019 alumbró como el faro que es para los negocios, la inversión extranjera y las oportunidades a un empresariado mundial que se digna en venir a este país bloqueado, de hombres valientes, que ponen a prueba la audacia y capacidad para resistir, sin doblegar su desarrollo y sus sueños.
Casi al colofón de la Feria, fuera de La Habana, Cuba logró otra contundente victoria: 187 países votaron a favor de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero que le impone Estados Unidos. Dos abstenciones y tres votos en contra, no pueden ni podrán silenciar el concierto mundial de solidaridad y amor por la Mayor de las Antillas.
