Por: Alina M. Lotti y Francisco Rodríguez Cruz
Patria es humanidad y siempre defenderemos las causas justas de los pueblos, sentenció el Ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, durante la jornada matutina del Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo, que hasta el venidero domingo se desarrolla en esta capital.
En una sala plenaria colmada —asisten más de mil 200 delegados de 95 países—, el canciller subrayó que aquí se siente la expresión profunda de las luchas de nuestros pueblos y, de manera particular, contra el nuestro.
Manifestó que el gobierno de Donald Trump constituye la principal amenaza contra la paz, y que actualmente incrementa la injerencia en los asuntos internos de nuestros países.
Criticó el modelo capitalista de producción, que conduce al consumo irracional, genera crecientes desigualdades y es la causa principal del cambio climático, entre otras consecuencias.
“No habrá desarrollo sostenible, sin derecho al desarrollo de los países del sur y la justicia social”, enfatizó.
Resaltó que crecen los gastos armamentistas, se viola la soberanía de los estados, avanza la corrupción de los sistemas políticos, se impide el debate político real, y se profundiza el vacío moral de las autoridades en Washington y gobiernos serviles al imperialismo.
De igual manera, aumenta la intolerancia y la imposición de ideas supremacistas y fascistas, y se pretende imponer un modelo totalitario, que arrase contra las identidades nacionales.
El Titular de Relaciones Exteriores aseguró que la llamada intermedia, internet y las redes sociales son el más desventajoso campo de batalla, donde se pretende convertir en dóciles a los seres humanos. “Ahora nos despojan de riquezas en forma de contenidos y datos digitales”.
Subrayó que América Latina continúa siendo la región más desigual del planeta, así como la más dependiente de los Estados Unidos.
En relación con la actual política agresiva de los Estados Unidos contra Cuba, expresó que hay un recrudecimiento y un fortalecimiento del bloqueo, siendo el gobierno “más guerrerista que se haya visto en las últimas décadas lo que redobla el peligro para la región y el mundo”.
Agradeció la solidaridad de los asistentes al Encuentro, y señaló que vienen tiempos difíciles, por lo que “los esfuerzos de ustedes serán decisivos y determinantes”.
Comentó cómo la administración de los Estados Unidos ha impedido en los últimos tiempos el abastecimiento de combustible a Cuba desde diferentes partes del mundo, lo cual ha traído como consecuencia severas dificultades y la adopción de medidas coyunturales de resistencia.
En el curso del último año —agregó— este gobierno ha impuesto escollos al comercio exterior; limitado en extremo los viajes de los norteamericanos, así como de los cubanos que viven en ese país, a Cuba; los vuelos directos y cualquier interacción entre las dos naciones.
Incurre en la violación de todos los derechos de los cubanos y cubanas —acotó—, quebranta el derecho internacional humanitario y ha lanzado una campaña de agresión contra la cooperación médica internacional cubana, tratando de frenar los ingresos legítimos que aporta al sostenimiento de nuestro sistema de salud.
Por eso ratificó que los 31 mil colaboradores cubanos continuarán cumpliendo su deber en los 84 países donde hoy se encuentran.
Respecto a la ley Helms-Burton dijo que constituye el principal instrumento jurídico para regir la agresión contra Cuba, y un obstáculo ante cualquier mejoraramiento de las relaciones entre ambos países.
Señaló que los gobiernos progresistas y de izquierda avanzaron, pero quizás no de modo suficiente en los niveles de conciencia. No obstante, los ciclos de los gobiernos neoliberales se acortan, por lo que no se pueden subestimar las reservas de las fuerza políticas y de izquierda frente al modelo neoliberal y su capacidad de unirse y organizarse.
Subrayó que la Organización de Estados Americanos (OEA) es un instrumento de los Estados Unidos y de las oligarquías, que no pierde oportunidad para atacar a los gobiernos de izquierda, ante lo cual se espera la reactivación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un tanto detenida en los últimos tiempos.
Al abordar la situación de la República Bolivariana de Venezuela, aseguró que de forma maliciosa se acusa a Cuba de ser responsable de lo que allí sucede y de las recientes manifestaciones populares en la región. Ante ello reafirmó que “no tenemos otra participación o involucración en las protestas de América Latina que la que emana del ejemplo de la Revolución Cubana”.
Manifestó que Sí hay otro mundo posible, y alternativas frente al capitalismo neoliberal que, de conjunto con el imperialismo, son los responsables de que América Latina y el Caribe sea la región más desigual, del saqueo de los recursos de los pueblos por parte de las transnacionales, así como de la ira y el reclamo de los adolescentes y jóvenes en su posición de defensa ante el cambio climático.
Durante su profunda y amplia intervención, el canciller cubano destacó la solidaridad con los gobiernos de Nicolás Maduro, en Venezuela; Evo Morales, en Bolivia; Daniel Ortega, en Nicaragua; Manuel López Obrador, en México, y la fórmula de los Fernández, en Argentina.
Asimismo apoyó el legítimo reclamo de Argentina sobre las Islas Malvinas, los acuerdos de paz en Colombia, y rememoró al presidente Salvador Allende, “cuando empiezan a abrirse las grandes alamedas por las cuales avanzaran los hombres y mujeres libres de nuestra América”.
Reclamó que Haití debiera tener todo el apoyo de la comunidad internacional y reafirmó el compromiso histórico con la libre determinación del pueblo de Puerto Rico.
De igual manera, exhortó a mantener la solidaridad internacional contra otros países de Asia, África y el Medio Oriente, que luchan por el desarrollo y la justicia social.
Exhortó a defender los postulados de la América Latina y el Caribe como zona de paz; los avances de los movimientos sociales y populares y las fuerzas políticas de izquierda y progresistas.
En relación con Cuba —ratificó— que continuará firme y unida, fiel al legado de Fidel, en permanente renovación del Socialismo, preparada para enfrentar la arremetida del gobierno de los Estados Unidos.
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